El cambio climático está teniendo graves consecuencias sobre los glaciares de todo el mundo. El aumento de las temperaturas a nivel global producido por las emisiones de gases de efecto invernadero a manos del hombre, está provocando el derretimiento de los grandes casquetes polares de todo el mundo.
Para reducir los impactos del cambio climático en las regiones polares, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha puesto en marcha una campaña para mejorar la observación y predicción de los efectos en los glaciares. De esta forma se podrán reducir los riesgos ambientales futuros y se podrá potenciar las actividades económicas en los polos.
Una red compuesta por unos 200 científicos pretende estudiar detenidamente los riesgos ambientales del cambio climático en los polos durante los próximos dos años. Con ello, se pretende mejorar los sistemas de predicción meteorológica y de las condiciones del hielo marino y de la Antártica. Estas son las regiones que son menos conocidas de todo el mundo, por lo que es de vital importancia conocer cómo afecta el cambio climático y el calentamiento global a estas zonas.
La agencia de las Naciones Unidas para la meteorología va a establecer periodos de observación específicos en los polos para aumentar la vigilancia y observación de los efectos que tienen los cambios en el clima en los polos. En esta vigilancia y observación también participarán el Instituto Antártico Argentino y el Instituto Alfred Wegener de Alemania, entre otros socios de todo el mundo.
El objetivo es estudiar el invierno y el verano de 2018 en el Polo Norte y, por otro lado, otros expertos estudiarán el invierno de 2019 en el Polo Sur. Los 200 científicos se separarán para estudiar a fondo los dos polos de la Tierra.
Los principales objetivos de este plan de investigación son los de reducir los riesgos ambientales en los polos, producidos en su mayor parte por el cambio climático y el aumento de las temperaturas medias globales, y aumentar la capacidad de respuesta ante los desastres que se puedan suceder en los próximos años. Para el estudio de todas estas variables que puedan afectar a la estabilidad de los polos se tiene que tener en cuenta que existe cada vez más tráfico comercial en las latitudes polares. Es decir, el tráfico marítimo provoca ciertos impactos sobre la estabilidad de los ecosistemas polares. Es por ello, que el tráfico marítimo es una variable bastante importante a tener en cuenta en el estudio de las predicciones de los efectos sobre los polos.
Los científicos han hecho hincapié en la importancia que tiene para nosotros poder conocer y comprender mejor la relación y conexión que existe entre los polos y el resto del mundo. Esto es importante dado que son los polos los condicionantes de las temperaturas globales. De no ser por ellos, y al ritmo que están aumentando la concentración de gases de efecto invernadero en el planeta, las temperaturas medias globales serían mucho más altas.
Además, los científicos cuentan con sistemas de observación basados en modelos elaboradores con niveles de hielo muy superiores a los sistemas tradicionales de predicción meteorológica y climática.
Nuevas instalaciones
Para comenzar con la observación y predicción de los efectos del clima en los polos, los expertos se preparan para instalar nuevas estaciones que puedan coordinar los métodos de investigación. Entre las nuevas estaciones que se tienen que colocar, nos encontramos con el despliegue de boyas, el lanzamiento de globos sonda, el uso de satélites y aeronaves.
El foco de atención se centrará en las condiciones del hielo marítimo en la ruta del mar del Norte y en el océano austral alrededor de la Antártida y en cómo interactúa el mar con la atmósfera. Con esto se puede observar el retroceso glaciar y cómo afecta al resto de condiciones ambientales que componen los ecosistemas, como puede ser el fenómeno de El Niño, que afecta a las temperaturas de todo el mundo.