El organismo advierte que esta iniciativa podría acarrear nefastas consecuencias en el ecosistema local y en las fuentes de agua cercanas, pero también lamenta que la legislación nacional tenga incongruencias que permitan “vestir el cambio climático para desvestir la biodiversidad”.
Redacción, Diario El Divisadero – 03-08-2021
A través de un video distribuido por Twitter, el empresario vitivinícola español Miguel Torres, conocido por su viña del mismo nombre en gran parte del mundo, incluyendo Chile, comunicó la idea de plantar al menos dos millones de pino Ponderosa en Aysén. Se trata de una de las especies de alto consumo de agua, en tiempos de cambio climático y sequía estructural.
El anuncio de Miguel Torres esconde un objetivo altruista y de responsabilidad con el medio ambiente, “la plantación de bosques con un doble objetivo: compensar, con esfuerzos propios, la huella de carbono de la bodega y recuperar el paisaje que históricamente caracterizaba estas tierras, y con ello, ayudar a preservar la flora y fauna nativa”, dice Torres en su video.
De forma previa, explicó su decisión de instalarse en plena estepa patagónica. “Buscamos tierras en alguna parte del mundo donde el terreno fuera asequible, que no fuera demasiado caro. Y lo encontramos en el sur de Chile, en la Patagonia. Pudimos comprar seis mil hectáreas de tierras y ahí ya hemos empezado a plantar árboles, pinus Ponderosa, que ya están empezando a crecer y que, si Dios quiere, al año 2030 ya tendremos ahí plantados 2 millones de árboles”, destacó.
Esta enorme intervención se conoce paralelamente al descubrimiento de una nueva especie de flor, justamente en la estepa que Miguel Torres y familia, pretende intervenir. Esta especie se identificó en sectores como la Estancia Baño Nuevo, Jeinimeni y Estancia Chacabuco, desde donde se tomaron muestras para su estudio, encabezado por Gloria Rojas, investigadora botánica del Herbario Nacional del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) e investigadora del Museo de la Educación Gabriela Mistral, y Carlos Baeza, Doctor en Ciencias con Mención en Botánica de la Universidad de Concepción.
Se trata de la Alstroemeria esteparica, una flor que crece entre matorrales y pastizales de la estepa, protegiéndose del viento en los sectores estepáricos de la región de Aysén hasta Magallanes.
Para Peter Hartmann, director del Comité Pro defensa de la Flora y Fauna, Codeff Aysén y presidente de la Agrupación Aysén Reserva de Vida, “el pinus Ponderosa es una especie exótica invasiva, considerada así en la estrategia de biodiversidad regional y que consume mucha agua y, además, muy susceptible a los incendios. Y el lugar que escogieron es ecosistema de estepa que está en estado vulnerable y con prioridad mundial de conservación y eso lo dice la World Wide Found y el Banco Mundial, que no son ecologistas precisamente”.
El ambientalista agregó que “en la estrategia nacional de biodiversidad también aparecen los ecosistemas de praderas de estepas, como ecosistemas terrestres amenazados y averiguando hay varias especies de fauna que podrían ser afectadas, entre ellos anfibios, ñandú que es objeto de conservación y la flora estepárica. Están recién encontrando una flor nueva en la estepa, ni siquiera han encontrado todas las flores, cuántas más podrían encontrar”.
También el activista ambiental advirtió que existen lagunas que son importantes para la permanencia de aves, “y si van a poner pinos allí, olvídense del agua”.
Hay varios sectores que pretende intervenir el catalán Miguel Torres, entre ellos la estancia Los Cóndores en Coyhaique Alto.
“Vistiendo el cambio climático para desvestir la biodiversidad”
Para Hartmann, la Ley de Medio Ambiente tiene enorme vacíos y “estamos viendo dónde podríamos objetarlo y podría ser por los recursos o especies importantes o los objetos de conservación y hay quienes piensan que hay una elusión ambiental y que debiéramos recurrir a la Superintendencia de Medio Ambiente, por sustitución de ecosistemas que afecta a varias especies en categoría de conservación”.
Torres recurrió al cambio climático para fundamentar la plantación de la especie pinus Ponderosa, que justifica el esfuerzo mundial por disminuir los efectos, “pero no es llegar y desvestir un santo para vestir a otro, vamos a vestir el cambio climático, desvistiendo la biodiversidad que también está en crisis”.
A juicio de Hartmann, los monocultivos podrían provocar serios problemas de agua en la cuenca del río Coyhaique, “los vecinos se van a quedar sin agua”, advirtió.
Por otra parte, la Ley de Medio Ambiente considera estudios de impacto ambiental pero no para este tipo de proyectos. “Hay muy poco respecto a biodiversidad y ecosistemas”, señala.
Mientras la Ley de Bosque Nativo no permite la sustitución de bosque nativo por especies exóticas, aunque se quiera forzar la interpretación, como suele ocurrir con las grandes forestales, que controlan los grupos económicos. Aun así, no existe una legislación fuerte para proteger los ecosistemas. “Hay que buscar por donde Chile se comprometió internacionalmente a cuidar la biodiversidad en nuestro país y para eso existe una estrategia, que es clara en que los ecosistemas de estepa están con problemas de conservación”.
El periodista ligado a medio ambiente y ecologismo, Patricio Segura, en una columna en diario El Divisadero, señaló que “el dilema del calentamiento global no es sólo emitir menos CO2 y otros gases de efecto invernadero. El trasfondo es la crisis ecológica, donde bajar las emisiones destruyendo ecosistemas naturales no debiera tener cabida”.
A su vez interpeló a los organismos del Estado a ser más proactivos y diligentes en temas de la mayor relevancia, como son los medio ambientales.
“¿Qué rol cumple el Estado en esta decisión? Una duda legítima y necesaria, considerando que existe un ministerio de Agricultura, una Corporación Nacional Forestal, una Superintendencia y un ministerio Medio Ambiente, un Servicio de Evaluación Ambiental y una municipalidad”, remató en su tradicional espacio como columnista en diario El Divisadero.
Fuente: http://www.eldivisadero.cl/noticia-63547