“Nuestra manera de inspeccionar es casi un proyecto en paralelo para el Estado nacional”, explicó el ingeniero Sergio Liscia, director del Laboratorio de Hidromecánica del Departamento de Hidráulica.
El gobierno nacional aprobó la construcción de las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa (ex Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, respectivamente) mediante una resolución conjunta de los ministerios de Energía y Minería, y de Ambiente y Desarrollo Sustentable, y dispuso que se adopten recomendaciones del informe de impacto ambiental aprobado en audiencias públicas, llevado adelante por el Congreso y Senado de la Nación.
El ingeniero hidráulico destacó que hace 34 años que Argentina no realiza una obra de infraestructura hidroeléctrica de esta magnitud para el sector energético.
Desde dicha área de la Facultad de Ingeniería de La Plata se realizaron modelaciones dinámicas con un programa tridimensional nunca antes utilizado en el país en una obra de estas características.
“Estudiamos cómo funciona el agua, cómo se mueve, qué problemas tiene, qué perdidas de energía se producen, qué empujes, etc. Es decir, el diseño visto desde lo dinámico. Esto es un aporte importante porque, de otra manera, para poder controlar todas estas variables se deben realizar modelos físicos, que de todos modos se van a realizar, pero siempre son mucho más lentos porque requieren de construcciones físicas”, precisó Liscia, en un comunicado de esa casa de estudios.
En cuanto a las características de las obras, las presas estarán construidas con material suelto de la zona, con rocas y cara de hormigón (sus singlas en inglés son CFRD) y cada una de las dos presas tendrán una extensión de más de 2 kilómetros, siendo de las más largas del mundo en CFRD.
El proyecto modificado, adoptando las recomendaciones de impacto ambiental sugeridas por la Facultad, apunta a mantener las oscilaciones naturales del Lago Argentino. Para ello la primera represa se bajó a 6,8 metros y el nivel de agua 2,40 metros. “Este cambio es un beneficio porque también descendió mucho el costo de las obras”, expresó Liscia.
En cuanto a los beneficios para el país, el director del Laboratorio de Hidromecánica destacó que la construcción de ambas represas favorecerá la producción de energía renovable en gran escala, además de orientar al país hacia una matriz energética sustentable.
Detalló que actualmente Argentina se sustenta comprando energía a un precio muy alto. Otro beneficio es el desarrollo de la Patagonia ya que se estima que se ocuparán 6 mil empleados durante la etapa de construcción y se generará energía favoreciendo el desarrollo de industrias.
Fuente: Telam