El Calendario de las Francas en Península Valdés
Enero-Marzo: en general no se observan ballenas en Península Valdés ya que se encuentran alimentándose o migrando hacia sus sitios de alimentación.
Abril-Mayo: llegan las primeras ballenas a Valdés, pero son muy pocas y la mayoría son individuos solitarios (adultos, hembras preñadas o juveniles).
Junio-Julio: siguen arribando más ballenas. Se observan madres con cría del año anterior para el destete y se producen los primeros nacimientos.
Agosto-Setiembre: es cuando se producen la mayoría de los nacimientos, también se observan grupos de cópula, adultos y juveniles solitarios.
Setiembre-Octubre: muchos de los ballenatos ya han nacido (aunque pueden producirse nacimientos en estos meses también) y se los ve jugando mientras sus madres descansan para reservar energía y nutrientes. Siguen observándose grupos de cópula, adultos y juveniles solitarios.
Noviembre: madres y crías comienzan a prepararse para la migración a las áreas de alimentación, y varias dejan Valdés durante este mes. La mayoría de los adultos solitarios ya han dejado el área.
Diciembre: pocas ballenas quedan en Valdés, los pocos que quedan son adultos o juveniles solitarios y algunas madres con cría.
¿Cuándo puede realizarse avistaje de ballenas en Valdés?
El Portal de Puerto Pirámides incluye información sobre la fauna de Península Valdés, e indica que la temporada de avistaje embarcado de ballenas en Puerto Pirámides se extiende desde mediados de Junio a mediados de Diciembre. Para mayor información sobre las empresas de avistaje que brindan sus servicios en Puerto Pirámides visitar http://www.puertopiramides.gov.ar/avistajes-ballenas.html
El avistaje costero, sin embargo, puede realizarse en cualquier momento mientras las ballenas se encuentran en el área. Un sitio muy popular para ver las ballenas desde la playa es el Area Natural Protegida “El Doradillo” ubicada a unos 15 km de la ciudad de Puerto Madryn, desde cuya costanera también pueden verse las ballenas. Además, a unos 5 km de Puerto Pirámides se encuentra la Reserva “Lobería Punta Pirámide” que, desde sus balcones de observación del lobo marino de un pelo en lo alto de los acantilados, ofrece una maravillosa “vista aérea” de las ballenas que se acercan a la costa.
Fuente: Instituto de Conservación de Ballenas