Por Roberto Tronelli (*).-El método más eficaz para instalar una mentira en la sociedad no es, precisamente, diciendo mentiras.
Es cierto que aquello de: “Miente, miente, que algo quedará” tiene mucha fuerza. Pero la mejor forma de instalar una mentira en cualquier sociedad poco informada, es comenzar –maquiavélicamente – exponiendo verdades parciales y manipularlas adecuadamente, sin ningún tipo de pudor. Y esto está en la base del discurso de los que se muestran contra del desarrollo del sector minero.
1.- Sobre que la megaminería que destruye cerros y modifica el paisaje: Se dice que hay que impedir la gran minería, (o megaminería según los formadores de mitos catastróficos), puesto que destruye todo – el núcleo de verdad es que produce la eliminación de áreas de terreno – La mentira es hacer aparecer que podemos seguir teniendo y disfrutando nuestra cultura y existencia actual, sin hacer las acciones que se realizan en la gran minería. ¿De que otra manera se pueden extraer de la tierra los recursos minerales para abastecer las necesidades de una población mundial cercana a los 7.000 millones de habitantes?
Sugiero al lector que se detenga por un minuto en la lectura de este artículo y eche un vistazo a su alrededor, dentro y fuera de su casa. Verá que todo lo que lo rodea es producto de la minería o de los hidrocarburos, salvo la madera y algunos tejidos. No los podríamos tener a esos productos si no se realizaran explotaciones de las magnitudes de hasta 100.000 toneladas por día. ¿Lo pensó? Pero los generadores de ilusiones nos dicen que sin la “megaminería” viviríamos mejor. Y lo dicen sin pudor. Por supuesto que una sociedad podría legítimamente organizarse sin minería pero debería aceptar vivir en chozas y andar a caballo. Pero nosotros, los que pertenecemos a la sociedad actual, ¿optaremos por esa variante? Creo que no. Los que dicen que sí, son unos hipócritas, que siguen usufructuando los beneficios de que exista minería en gran escala para tener, piso, paredes, techos, veredas y calles, vehículos, celulares, computadoras, herramientas, cubiertos y ollas, que son los más obvios. Sin hablar de barcos, trenes, aviones, etc. etc. etc. Tampoco nuestros alimentos existirían sin ellos, fueron sembrados, fertilizados, cosechados, pelados, transportados, procesados, adicionados, filtrados, entubados, almacenados, envasados, calentados, enfriados y servidos, usando productos, máquinas, equipos e instalaciones, obtenidos o construidos con minerales que provienen de la explotación minera. Para no perder la perspectiva, recuerdo la necesidad de atender las necesidades de una población cercana a los 7.000 millones, por si a alguien se le ocurre decir que lo haremos con un huerto en nuestra casa.
2.- La Minería contamina: Se repite incansablemente que la minería contamina agua, suelo y aire – el núcleo de verdad es que existe la posibilidad de contaminación como en cualquier actividad humana. Se grita: “No a la contaminación”. Y ¿quién puede ser tan necio de creer que contaminar es bueno? Lógicamente que es malo – La mentira es inducir a las personas desinformadas, que las operaciones mineras contaminan sí o sí. Hay que aclarar que la contaminación es probable, pero poco posible en la minería moderna. Además, que ésta utiliza una tecnología con resguardo ambiental, que las explotaciones se conducen con planes ambientales, que se diseñan y ejecutan planes de contingencia de riesgos para accidentes, con alertas tempranas y planes de remediación para atender a los mismos en el caso de que ocurran. Como cualquier actividad humana, la minería contamina si no se siguen los protocolos, o sea la forma de ejecutarse, establecidos para la actividad.
3.- Las mineras usan cianuro en su actividad: Se repite incansablemente que el uso del cianuro en minería envenenará a todo y a todos – El núcleo de verdad es que el cianuro, en ciertas dosis, es un veneno – La mentira se instala transmitiendo que todas las explotaciones usan cianuro y que el cianuro en cualquier dosis es un veneno poderoso. En primer lugar no todas las explotaciones mineras usan cianuro. Un ejemplo: la mayor mina de nuestro país, “Bajo de la Alumbrera” en Catamarca, (que produce esencialmente oro, plata y cobre) no usa cianuro en su proceso, a pesar de las mentiras difundidas al respecto. En segundo lugar el cianuro es mortal en dosis elevadas, de lo contrario, la próxima vez que vaya a comer unas almendras y huela ese aroma “a almendra”, frénese, piénselo, pues está ingiriendo cianuro y ese aroma es el que justamente proviene de la existencia de cianuro en la almendra. No tema, cómala tranquilo, la cantidad de cianuro que contiene no le afectará su salud. Eso es lo que se hace en los procesos mineros, se tratan a las soluciones con cianuro de manera de ir destruyendo la cantidad de cianuro que contienen, a los efectos de llevarlos a cantidades compatibles con el ambiente, para no contaminarlo y no envenenar a nadie.
4.- Sobre los dichos por el gran consumo del agua: Se pregona que los denominados (para asustar con monstruos) megaproyectos mineros, consumen mucha cantidad de agua – el núcleo de verdad es que utiliza agua -. La mentira es la de hacer parecer que con el adjetivo “gran” los proyectos mineros son, entre todas las actividades humanas, los mayores usuarios de agua. Y eso es mentira, puesto que tomando los casos reales de San Juan, vemos que, del un uso total de agua en la provincia, que es de 181.249 l/s (litros por segundo), corresponde al riego agrícola la cantidad de 166.604 l/s, o sea que la agricultura en San Juan consume el 91,92% del agua, y la minería, para los tres “megaproyectos” en funcionamiento y otros dos proyectos avanzados, tiene derechos de uso de agua por 1.746 l/s. O sea que utiliza el 0,96%. Si, leyó bien, y yo no escribí mal. Del total del agua usada en la provincia de San Juan, la minería no llega a usar el 1%. Esto no es una anomalía; en el Perú, con una minería mucho más desarrollada, emplea solo el 2% del agua total utilizada por la actividad humana en ese país.
Amigo lector: ¿Le queda alguna duda que la “gran cantidad de agua” que significan los 1.746 l/s, es una cifra ridícula si la comparamos con los 166.604 l/s de la agricultura?
Por otra parte les quiero aclarar que la minería no consume agua, o sea, no la incorpora a sus productos, por lo tanto no la gasta, lo que hace es usar agua en sus procesos industriales. Esa agua es reciclada, reutilizada o entregada al medio ambiente al evaporarse. Entonces tenemos que decir con todas las letras que el agua que se utiliza en los procesos mineros y vuelve al ambiente no está contaminada. Vuelve en estado puro puesto que lo hace por evaporación; hasta los más niños ven el ciclo del agua en la escuela, Entonces esto ¿qué es? ¿ignorancia o maledicencia?
5.- Sobre las ganancias de las empresas: Se dice que las empresas extranjeras se llevan las riquezas afuera – el núcleo de verdad es que se llevan ganancias afuera – La mentira es hacer aparecer, mediante unas cuentas rápidas sobre la producción por el precio de los metales, una facturación elevadísima y mostrar como si las empresas embolsaran y se llevaran esas cifras a sus casas matrices. Hasta el más neófito tendría que saber que de la facturación ingresa el dinero que dispondrá la empresa para paga impuestos, los costos de producción y lo que remane son sus ganancias netas reales. Pongamos esta realidad en números. El destino del dinero obtenido de lo facturado se destina: el 50% al pago de impuestos (Ganancias, Regalías, Retenciones a la exportación, Seguridad social, IVA), del 35 al 38% a pagar costos de producción y la rentabilidad de la empresa o sea la ganancia de la empresa es del 12 al 15%. Leyó bien, eso es lo que se lleva la empresa, del 12 al 15%, no el valor total de la facturación. Como todo esto lo sabe cualquier persona un poco enterada sobre el manejo de un negocio, la mentira impacta sobre las personas poco informadas y éstas se indignan por lo que pareciera un despojo que estaríamos sufriendo los argentinos.
¿Que se podría obtener algún beneficio más?: Si, se podría, pero sin matar a la gallina de los huevos de oro. Por otra parte tenemos que la tajada más grande la recibe la Nación y no las provincias productoras o los municipios cercanos a los proyectos; eso debería revisarse.
6.- Ataques a las personas: Y se siguen usando núcleos de verdad para imponer ideas o atacar arteramente, para librarse de contrincantes lo suficientemente consistentes que puedan confrontar exitosamente con sus prédicas terroristas antimineras, como en mi caso, autor de esta nota. Cuando me nombraron Secretario de Minería de la Provincia de Río Negro, más de un político y “ambientalista” se preocupó. Entonces sacaron a relucir tres núcleos de verdad: el primero: que había continuado al frente de la Dirección General de Minería e Hidrogeología de la Provincia, durante el período del último gobierno militar – hace 35 años atrás –. El segundo: que un caso así estaba contemplado en la Constitución y que impedía que pudiese ser funcionario público. Y el tercero: que había trabajado para empresas mineras.
Con relación a mi continuidad en el trabajo durante el gobierno militar, olvidaron citar que empecé a trabajar en el organismo en el año 1971 como personal de planta. Así llegué a ser Jefe del Área Minería del recordado y hoy desaparecido ITMAS Los Alamos, en San Antonio Oeste, ese órgano técnico de la Dirección General, y donde, en el año 1975, el gobierno de Dn. Mario Franco me nombró en el cargo de Director General. Cuando ocurrió el golpe de Estado, y habiendo presentado mi renuncia, se me pidió permanecer trabajando en el puesto de esa repartición pública de carácter técnico. Al llegar el gobierno democrático del Dr. Álvarez Guerrero, presenté la renuncia, volví a planta y asumí como miembro del Consejo Consultivo de la Dirección General de Minería (no me echaron como dijeron algunos maldicientes, sino que asumí en un puesto relevante, de consejero). A los pocos meses me llamaron a participar del gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, donde desempeñé el cargo de Director de Promoción Minera de la Nación. Fue durante todo el período de su gobierno. Si hubiese tenido que ver, mínimamente, con el accionar del gobierno militar, ¿alguien podría creer que se me hubiese tratado de la manera que me trataron los gobiernos democráticos? Soy un profesional de la minería. Tengo una experiencia de 45 años dedicados a que nuestro país pueda incorporar esa actividad como fuente de recursos para un mejor bienestar de todos. Entonces, lógicamente, aparezco como un adversario de nota para los antimineros o políticos oportunistas, al que hay que eliminar por cualquier medio. No importa el buen nombre y honor de las personas.
La segunda falacia, como ya cité, es el tema constitucional. El Artículo 7º dice en el último párrafo: “Las personas que ejercieren funciones de responsabilidad o asesoramiento político en los poderes de la Nación, de las provincias o de los municipios, en gobiernos no constitucionales, quedan inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos, en la provincia o en sus municipios.” Sí lo dice, pero no aclaran que lo dispuesto se refiere a lo que se suceda a partir de la vigencia de la reforma de la Constitución, y que es a partir del año 1988. Puesto que el “ejercieren” del artículo 7º es gramaticalmente tercera persona del plural Futuro Simple, modo Subjuntivo del verbo “ejercer”, o sea, acciones futuras y no pasadas. Salvo que fueran analfabetos, así mintieron algunos personajes. ¡¿Qué se dijeron a sí mismos?!: Este hombre sabe pensar, conoce, es peligroso para nuestros intereses sectoriales, lancemos una mentira manipulando una verdad y la mentira tomará más cuerpo.
Hacer estas cosas, no habla, precisamente, de la nobleza de sus actores. Renuncié apenas salieron las maledicencias, para no exponer al gobierno. Mi renuncia al Gobernador dice literalmente que la presento por: “…razones de índole personal relacionadas a no entorpecer su gestión, que la vislumbro de gran importancia para el pueblo de nuestra provincia de Río Negro…” y para resguardar mi honorabilidad labrada a lo largo de mi vida. Hace 36 años que vivo en Viedma y camino por las calles sin ningún problema y sin ninguna acusación. Eso no lo ignoran los maldicientes, pero no les importa ensuciar a una persona si pueden lograr su cometido.
La tercera verdad: que había trabajado para empresas mineras y algunas de ellas internacionales. Este hecho lo quisieron convertir en un pecado para lanzar un ataque artero contra mi persona. Sí es una verdad, pero yo les pregunto amigos lectores: ¿en que sector de las actividades humanas trabajaría un Ingeniero de Minas? Cualquier pensante diría en la actividad minera por lógica. Pero no, estas personas injuriosas, quisieron hacer aparecer que eso no era lo que correspondía a la profesión, sino que el nombrado Secretario de Minería no debería haber tenido ese antecedente laboral. Me pregunto, ¿habrán pensado que un Ingeniero de Minas debía haberse dedicado a la agricultura y nunca a la minería? ¡Es una aberración! Y sembrar esas ideas desequilibradas, una bajeza.
Con relación al tema de la minería, debemos reconocer que el desconocimiento en la sociedad es elevadísimo y, por ello, el Estado, debería incluir dentro de la currícula de estudio de las escuelas primarias y secundarias, temas sobre minería. La importancia de los minerales para su vida y su relación con el ambiente, ilustrando primero a los docentes y luego estos a los alumnos, para que, tanto unos como otros, antes de manifestarse en contra o apoyar a la actividad minera, tengan elementos para hacerlo. De la misma forma, debe realizar una difusión del tema en la comunidad en general.
Decía A. Einstein: “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.”
Y agregaba Gustavo Le Bon: “Cuando el error se hace colectivo adquiere la fuerza de una verdad.”
Para terminar, la ética, ¡qué tal! Hermosa palabra para declamarla, pero que se viola fácilmente en la práctica por intereses mezquinos, avasallando permanentemente sus códigos ancestrales.
(*) ROBERTO TRONELLI. – Ingeniero de Minas
– Es Delegado del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas en la Provincia de Río Negro.
– Cargos desempeñados en la Provincia de Río Negro:
- Ex Director General de Minería e Hidrogeología,
- Ex miembro del Consejo Consultivo de la Dirección General de Minería e Hidrogeología.
- Ex Secretario de Minería.
– Cargo desempeñado en el Gobierno Nacional:
- Ex Director de Promoción Minera de la Nación.
– Consultor Minero y Ambiental independiente desde 1990 a la fecha.
e-mail: rtronelli@speedy.com.ar