Bariloche.-El fotógrafo local Tonny Romano expone hasta fines de junio en el Centro Cívico, con imágenes que muestran un paisaje urbano distinto al que estamos acostumbrados a ver. Una de las fotografías acaba de ser premiada en Rusia.
Antonio “Tonny” Romano explora la identidad de Bariloche buscando en el paisaje urbano imágenes que a veces esquivamos: un ala cerrada del Hospital Zonal, una casa abandonada, los muchachos del Hogar Emaús, el contraste entre el Catedral y el Vertedero. La muestra “Miradas Indiscretas”, que estará hasta el 29 de junio en la Sala Frey del Centro Cívico, desnuda otra manera de observar la ciudad.
“Nací en Buenos Aires, que no tiene estos paisajes, y así aprendés mucho a hacer fotografía urbana, a hurgar en los rincones, en los huequitos, a encontrar otras cosas en las plazas, en las paredes, y eso es lo que más me apasiona”, cuenta Romano, que lleva más de 40 años de oficio en la fotografía.
Las imágenes de su muestra, a veces desde el impacto del color y otras desde la abstracción del blanco y negro, recorren espacios de la ciudad a veces escondidos y otras veces invisibilizados. En una de las fotos más impactantes una montaña de basura le compite en altura al exclusivo cerro Catedral y su alejado centro de ski. En otra, imagenes fantasmales recorren las escaleras del hospital público. Los encuadres deconstruidos y la fragmentación forzada hablan de un Bariloche que no siempre reconcilia los distintos aspectos de su identidad.
“Yo vivo en El Frutillar, muy cerca del Vertedero, y mi dormitorio mira hacia ese lado”, señala Tonny, y recuerda lo fuerte que fue la experiencia de hacer un reportaje fotográfico en ese lugar: “Hace dos años, hubo un incendio bastante importante en pleno invierno: fui, hablé con la gente de la ARB, me explicaron cómo era el manejo, y pensé en mostrar diferentes sectores de todo el Vertedero, aunque sin mostrar directamente a la gente que va a buscar su sustento; ya es bastante feo tener que ir a un lugar de descarte o de desperdicio, como para encima fotografiarlo y mostrárselo al resto de la gente que pasa comiéndose una porción de pizza calentita”, ilustra.
El fotógrafo considera que se trata de una imagen de denuncia “pero no echándole culpas a nadie en particular; se trata de decir ‘miren, somos esto, estamos fabricando esto, no podemos hacer la vista a un costado y decir esto no me corresponde’, todos somos parte de ese Vertedero”.
Mostrar lo que a veces no queremos ver
Romano cuenta que fueron esos contrastes los que lo motivaron “a salir por la ciudad buscando rincones, detalles, que en una de esas no vemos, no porque el resto de los humanos seamos malos, sino porque estamos trabajando. Vamos a mil todo el tiempo, con los chicos que nos reclaman tiempo, con el trabajo, con las compras, con todos los quehaceres cotidianos. En una de esas no vemos a una persona que está necesitando algo, y le pasamos por al lado”.
Y define: “El fotógrafo urbano ese tiempo se lo fabrica porque le gusta. Entonces empieza a encontrar un montón de cosas. Y la maldad del fotógrafo urbano es hacer una exposición y decir ‘vengan a verla, que les muestro lo que no quieren ver’”.
“Cuando empezás a fotear, no te das mucha cuenta -explica-, pero cuando llegás a tu casa y empezás a ver las fotos decís ‘bueno, acá tengo algo’”.
Además, a veces su historia personal también se cruza con la dirección de su mirada, algo que se ve en sus imágenes del Hospital Zonal “Ramón Carrillo”. “Esa es una historia dentro de una historia. Del Hospital Público yo fui paciente durante muchísimos años. Y me encanta, es un lugar que me salvó la vida dos veces”. Para mostrarlo, eligió fundamentalmente el ala que se encuentra cerrada: “Quería que las paredes nos contaran historias de vida y de muerte que pasaron por ahí. No es un homenaje, pero sí un recordatorio, para que no nos olvidemos del Hospital Público”.
40 años de historia: aprender reglas y romperlas
Tonny Romano se formó en la fotografía en las décadas de los ’70 y ’80, cuando todavía vivía en Buenos Aires. “Haber podido estudiar con fotógrafos importantes de la vieja escuela me generó toda una carga de la que no me puedo desprender. Cuando doy algún curso, trato de volcar todo eso: aprender las reglas para poder después transgredirlas”. Y cuenta que en su exposición hay una intención detrás de cada foto que está colocada de punta, o fragmentada en varios pedazos. “Si vamos a romper las reglas, sepamos por qué, que no sea un error, sino una decisión”, indica.
También hay una decisión intencionada en la elección del color y el blanco y negro para distintas temáticas, y se reconoce muy influido en ese sentido por el gran Ansel Adams, creador del sistema de zonas. “Él definió el rango tonal del blanco al negro, y tenés que tenerlo en cuenta tanto al momento de la exposición como de la copia al papel, sino es una fotografía chata, que no tiene volumen”, sostiene Tonny.
En varias de sus imágenes optó por el blanco y negro: “El color nos distrae demasiado en la fotografía: si está en color, inconscientemente la estamos comparando con la imagen real, pero mostrás lo mismo en blanco y negro y esa abstracción te hace ver detalles que sobresalen del resto, es otro tipo de fotografía”.
“Hace 40 y pico de años que hago fotos y es la primera vez que me animo a exponer solo el trabajo mío -reconoce-. Cuando hacés una muestra solo, te tenés que bancar todo lo que venga. El aplauso y el cachetazo. No a todo el mundo le va a gustar lo que hagas”.
Reconocimiento internacional
Sin duda, las fotografías de Tonny Romano tienen un valor único, y eso quedó en evidencia cuando, hace poco más de dos semanas, lo notificaron de una distinción especial: por su fotografía “Desde el cerro no se ve” (incluida en la muestra de la Sala Frey), quedó seleccionado dentro de los mejores 50 fotógrafos en la categoría “Paisaje Urbano” en el Tercer Concurso Anual Internacional de Fotografía “35 Awards”, con sede en Rusia, que buscaban las mejores 100 fotografías y los mejores 100 fotógrafos de 2017.
El certamen incluyó la participación de más de 100 mil fotógrafos de 160 países, y la votación fue efectuada tanto por los mismos fotógrafos que participaron como por un jurado internacional que representó a 35 países.
Se trata de una distinción más que significativa, aunque Tonny Romano la vive con humildad, y señala: “A veces es triste recibir un premio con una foto que representa una tragedia”.
De todas maneras, su inclusión en la selección final de este concurso internacional representa una ventana que dará visibilidad a una mirada alternativa sobre nuestra ciudad. “Hay muchos fotógrafos en Bariloche haciendo fotografía que tiene que ver con lo que siente el fotógrafo, no tanto con la naturaleza, que es hermosa, pero que no es todo lo que hay”, resume Romano.
La muestra puede verse en la Sala Frey, en el Centro Cívico, hasta el 29 de junio, de lunes a viernes de 9 a 20 hs, con entrada libre y gratuita.
Más información: www.tonnyromano.com
Fuente: Municipalidad de Bariloche