“Vamos a trabajar con el origen de los problemas, que es la industria pesquera, que por una cuestión operativa va desechando cajones que terminan en estas playas remotas”, explicó Ignacio Agulleiro en diálogo con LU17.

Por otra parte, adelantó que trabajan en el tema junto con Prefectura y la Administradora Portuaria entre otros organismos para definir una normativa que obligue a las empresas pesqueras a certificar la cantidad de cajones y elementos con los que zarpan y que al regreso pueda controlarse si hay faltantes.

“Nos juntamos con las empresas y la gente del puerto para evitar estas cosas, porque si multamos a las empresas ellos pagan y listo, estamos trabajando en conjunto para garantizar que cuando salen los barcos con los cajones y todos los elementos después tengan la obligación de volver con la misma cantidad que con los que salen”, explicó el ministro de Ambiente.

Además de cajones, aparecen sunchos, cabos, redes y diversos elementos utilizados arriba de los barcos de pesca. En algunos casos terminan en playas con colonias de lobos o elefantes marinos y pingüineras provocando heridas en la fauna del lugar.

Esto mismo sucedió hace un par de días, cuando un grupo atendió un lobo marino adulto al que le sacaron siete anzuelos clavados además de sogas enredadas.

“Entre todos tenemos que lograr un sistema que funcione, los administrativos no son los que se desinteresan por los cajones rotos. Ante la presión del ministerio los mismos operativos de la empresa deberán trabajar para que todos garanticen que lo que suben, también lo bajan”, finalizó.

Fuente: El Patagonico