Dos cachorros de yaguareté que nacieron en cautiverio en el Iberá, Corrientes, serán criados sin contacto con los humanos para luego ser liberados en una zona donde se extinguieron hace medio siglo.
El alumbramiento se produjo el miércoles y fue resultado de un trabajo de tres años de la fundación The Conservación Land Trust (CLT) en el Centro Experimental de Cría de Yaguareté (CECY), en la estancia San Alonso, en el corazón de los Esteros del Iberá.
Yaguareté. Tania, la madre de los cachorros. (Fundación The Conservación Land Trust)
El yaguareté es el felino más grande de la Argentina y se encuentra en serio peligro de extinción. Actualmente viven cerca de cien ejemplares en la zona Norte de Misiones y existe otra población en las Yungas, en Noroeste del país.
Maite Ríos, responsable del CECY sostuvo que “es una gran noticia que un animal con una minusvalía y que parecía condenado a la vida en cautiverio, no sólo pueda vivir en condiciones seminaturales y cazar por sí misma, sino que se convierta en la madre de las primeras crías que podrán ser liberadas en el Iberá en un futuro cercano”.
Yaguareté. Chiqui. (The Conservación Land Trust)
El Centro Experimental de Cría de Yaguaretés (CECY) comenzó a funcionar en 2015 con la intención de establecer en el Iberá una población autosustentable ya que en Corrientes la especie se extinguió hace medio siglo.
Los biólogos que trabajan en el proyecto sostienen que la zona podría albergar alrededor de un centenar de ejemplares y ahora lograron que nazcan los dos primeros cachorros luego del apareamiento de Tania -una hembra a la que le falta una pata- con “Chiqui”, un magnífico macho que llegó de la Reserva que la Entidad Binacional Yacyretá tiene en Atinguy, Paraguay. Este ejemplar fue criado en cuativerio luego que cazadores mataran a su madre.
Los orígenes se remontan a 2015, cuando llegó al CECY Tobuna; y unos meses después Nahuel, los primeros ejemplares que dieron vida al proyecto. En 2017, un macho y dos hembras fueron donados o cedidos por diferentes instituciones de Argentina, Paraguay y Brasil para que el ambicioso proyecto de reintroducción de la especie se convirtiera en realidad.
La madre de los cachorros nació en cuativerio y perdió una pata a causa de un accidente en el zoológico de Batán, donde residía; pero eso no le impidió volver a cazar tras su arribo al CECY, en Corrientes.
Yaguareté Ibera.
La esperanza de la recría del yaguareté había sido depositada en un primer momento en Tobuna y Nahuel, admitieron los biólogos que trabajan en el proyecto. “Cada vez que observamos síntomas de celo, dejamos entrar a Tobuna al recinto de Nahuel. Las juntas duran aproximadamente diez días. Y durante ese tiempo ellos pasan juntos varias horas al día (o incluso de noche) realizando varias cópulas”, sostuvieron ilusionados. Sin embargo, fueron “Tania” y “Chiqui” los que dieron el primer paso para que el yaguareté vuelva a tener presencia en los Esteros del Iberá.
CECY alberga a cinco ejemplares reproductores y sus instalaciones pueden albergar hasta tres camadas de crías de yaguareté en simultáneo.
Tania, la actual madre de los cachorros, es la hija de Tobuna y fue incorporada al plantel de cría al observar que ésta no quedaba embarazada después de copular en varios celos sucesivos con los machos. La razón probable de la falta de embarazos sea la edad avanzada de Tobuna -estimada en 17 años-, dijeron los especialistas.
The Conservación Land Trust, creada por Douglas Tompkins, ya logró reinsertar con éxito en el Iberá el pecarí de collar, tapires, osos hormigueros gigantes, venado de las pampas y guacamayos.