Para el werken (vocero) de la Coordinadora del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro, Orlando Carriqueo, el señalamiento hacia sectores que se reconocen como originarios, en lo que hace al origen del fuego que azota a Chubut, es una prueba de que “se ve la necesidad de crear un enemigo interno”.
De acuerdo al referente indígena, no es una casualidad que comience a hablarse de que las fuerza federales podrían implicarse más fuertemente en conflictos internos y se acuse a mapuches de incendiar tierras.
Así, en relación a los integrantes de la lof Paillako, ubicada dentro del Parque Nacional Los Alerces, sobre los que caen las principales sospechas, en especial a partir de expresiones vertidas por el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, Carriqueo dijo: “Son peñis (hermanos) y lemuen (hermanas) como nosotros, gente mapuche que vive en el territorio”.
Y, como respuesta a Torres, sostuvo: “Lo que afirma, de que los mapuches tenemos un negocio inmobiliario, claramente es una muestra de desconocimiento de la cosmovisión de los pueblos, en especial del mapuche-tehuelche”.
Asimismo, el werken apuntó a una situación que abarca a toda Latinoamérica y expresó: “No se puede analizar el contexto de la Argentina y los conflictos que suceden aquí si no se hace un análisis de lo que pasa también en otros lugares, donde las democracias se debilitan y la derecha toma el poder para ejercerlo con violencia”.
Centrándose en lo que ocurre en el sur argentino, apreció: “El modus operandi en la Patagonia para vender tierras de Parques Nacionales o que tienen plantas autóctonas siempre ha sido la misma: incendiar el lugar para que luego transformarlo en un negocio inmobiliario. Tenemos memoria histórica, y el Estado siempre planteó el mismo modo de ocupación, quemando las casas y las tierras”.
Diferenciando a los pueblos originarios de ese accionar, concluyó: “De ninguna forma es la manera en que el pueblo mapuche defiende el territorio, sino que lo hace resguardándolo del atropello de la gente blanca, del mundo occidental, que está causando un daño tremendo en la zona”.
FUENTE: El Cordillerano