Neuquén.-Piden completar estudios técnicos para la tranquilidad de la gente.
POR ALEJANDRO OLIVERA / oliveraa@lmneuquen.com.ar
Ante el crecimiento de las antenas de telecomunicaciones, cada vez más sectores de la sociedad manifiestan su preocupación por los efectos que podrían tener sobre la salud de las personas.
Si bien no hay estudios contundentes que demuestren que son nocivas para los seres humanos, lo cierto es que un médico de la región, Iván Kupczynszyn, salió a pedirles a las autoridades que tomen medidas preventivas hasta que haya estudios irrefutables.
La Universidad Nacional del Comahue (UNCo) ya se había expresado al respecto el año pasado, cuando el oficialismo presentó un proyecto en el Concejo Deliberante para aumentar la cantidad de torres en la ciudad, al pedir que se respeten las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indican que deben ser colocadas a más de 400 metros de las zonas urbanizadas.
Al respecto, Kupczynszyn coincidió con los especialistas de la UNCo. “Si tenemos una sospecha de que las radiaciones no ionizantes (RNI), que son las emitidas por las antenas, podrían ser perjudiciales para la salud de las personas, lo ideal sería evitar que se coloquen en sectores habitados hasta que haya estudios conclusivos que determinen si efectivamente producen complicaciones o no”, sostuvo.
Aseguró que no se opone a la expansión de las torres de telecomunicaciones, ya que él mismo es usuario de telefonía celular y lo considera un importante avance tecnológico que favorece a la sociedad, pero resaltó que es importante tener en cuenta los innumerables documentos profesionales que alertan sobre sus efectos.
Hasta tanto haya estudios definitivos, sugieren colocarlas al menos a 400 metros de distancia de la ciudad, tal como lo recomienda la OMS.
“Hay estudios que indican que producirían alteraciones en el sistema nervioso y en el inmunológico. Lo más grave sería el cáncer, pero también hay que tener en cuenta a las otras complicaciones mencionadas”, puntualizó.
El médico indicó que la OMS considera como un “agente cancerígeno de categoría 2B” (posible cancerígeno según estudios animales) a la radiación que emiten las antenas.
En ese sentido, Kupczynszyn precisó que en algunos países de Europa ya no permiten que se instalen las torres en medio de las urbanizaciones, ya que sancionaron normativas que lo prohíben.
De igual manera, el especialista aseguró que estas iniciativas se replicaron en distintos puntos del país, como las ciudades de Rosario y Córdoba, por lo que consideró que también es posible aplicarlo en Neuquén.
En la ciudad hay varias antenas que no cumplen con las recomendaciones de la OMS, ya que se están insertadas en el medio de los barrios. Una de las más llamativas es la que se encuentra en Belgrano y Santiago del Estero (Centro), justo al lado de la Escuela N° 201, así como la que se ubica en calle Onésimo Leguizamón y 12 de Septiembre (Centro Sur).
–> Miden radiaciones con mapa de calor
El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) tiene en su página web un mapa de calor en el que se pueden ver los niveles de radiación de todas las antenas de telecomunicaciones del país. Esta herramienta forma parte de los programas que propician la expansión de las redes de telefonía móvil.
En pos de mejorar la conectividad a nivel nacional, el Enacom impulsa la colocación de antenas en las localidades donde la infraestructura se quedó en el tiempo y la cobertura del servicio es mala. Para garantizar que se amplíe el servicio sin perjudicar a la sociedad, monitorea periódicamente las torres de todo el país.
La web del Enacom indica que los niveles de radiación de la ciudad de Neuquén y del Alto Valle son “muy bajos”. Para acceder a esta información, se hicieron miles de controles en cada antena, con la finalidad de reducir el margen de error.