MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Orlando desafía a Trump y abraza las energías renovables

(Edward Linsmier para The New York Times)

ORLANDO, Florida — Hace mucho tiempo que esta ciudad, hogar de Walt Disney World, es un importante destino turístico. Ahora, compite por otra distinción: ser pionera en el alejamiento del uso de la energía basada en el carbón.

Uno puede ver sus aspiraciones en los miles de estanques por toda la ciudad que captan los escurrimientos de los frecuentes aguaceros. Paneles solares flotantes suben y bajan en el agua, enviando energía a la red eléctrica.

También hay evidencia en sus calles, donde se ven paneles solares arriba de semáforos, que los emplean como fuente de alimentación en lugar de utilizar la red eléctrica municipal.

Incluso los estanques de algas podrían jugar un papel. Es allí donde las autoridades están probando un sistema para atrapar el carbono que emite la ciudad de las plantas de energía o del transporte, en vez de liberarlo a la atmósfera.

Orlando está trazando su propio rumbo para ayudar a frenar los efectos del cambio climático. Es una de las casi 300 ciudades y pueblos estadounidenses que han reafirmado los objetivos del Acuerdo del Clima de París desde que el presidente Donald J. Trump anunciara el año pasado sus intenciones de retirar a Estados Unidos del convenio.

“Las ciudades nos vemos obligadas a tomar la batuta”, señaló Chris Castro, el director de sustentabilidad de Orlando. “Uno hubiera esperado que lo hiciera el gobierno federal, pero todos los días parece estar echándose para atrás de los compromisos que ha asumido”.

Orlando se ha fijado la meta de generar toda su energía de fuentes libres de carbono para 2050. El alcalde Buddy Dyer reconoce que las metas de la ciudad requerirán más que determinación. “Como comunidad, hemos sido realmente buenos creando visiones”, dijo. “Creo que todos reconocemos que necesitamos avances tecnológicos para llegar al 100 por ciento”.

Florida tiene un importante potencial para la energía solar. Se espera que la energía solar represente el 8 por ciento de la generación eléctrica para el servicio público de Orlando para 2020.

El servicio público municipal ha instalado equipos para generar 20 megavatios de energía solar —suficiente para proveérselo a casi 3200 hogares. Los 280 mil residentes de la ciudad contribuyen 10 megavatios adicionales de energía solar procedente de equipo en sus azoteas.

Como incentivo, los propietarios de casas reciben el valor total minorista de la electricidad que envían a la red municipal.

Según los expertos, sin embargo, la energía solar por sí sola no llevará a Orlando al 100 por ciento de energía limpia.

Miles de estanques que recogen agua de lluvia en Orlando tienen paneles solares flotantes que envían energía a la red. (Edward Linsmier para The New York Times)

Miles de estanques que recogen agua de lluvia en Orlando tienen paneles solares flotantes que envían energía a la red. (Edward Linsmier para The New York Times)

Al igual que otras ciudades, Orlando batalla con su dependencia del carbón. Los Ángeles ha propuesto reemplazar sus restantes plantas de carbón con instalaciones de gas natural, que producen la mitad del carbono que las unidades de carbón. En Orlando, aproximadamente el 47 por ciento de la mezcla de energía proviene del carbón.

Mientras Orlando intenta incrementar su uso de fuentes intermitentes como la energía eólica y la solar, el almacenamiento de baterías será importante, pero sigue siendo costoso.

Y los detractores argumentan que enfocarse en las plantas de energía aborda sólo una parte del problema de los gases de efecto invernadero.

El gas natural hace funcionar el sistema de colectivos, los camiones recolectores de basura tienen motores híbridos, lo que reduce el uso de nafta. (La fuerza policial ha ido un paso más allá, con motocicletas eléctricas).

​En su taller de mantenimiento de vehículos, Orlando opera una estación de gas natural que mezcla el combustible y abastece la flota de camiones. La instalación recibe el 60 por ciento de su energía de paneles solares.

Los conservacionistas están observando. “Las personas de las comunidades que se comprometen al 100 por ciento de energía limpia esperan y merecen el 100 por ciento de energía limpia, no una continua dependencia de las plantas de carbón o una construcción de plantas de gas sucio”, dijo Michael Brune, director ejecutivo del Sierra Club. “Es por eso que estamos viendo líderes en todo el país que hacen uso de estos compromisos para presionar a servicios públicos y políticos para que hablen con hechos”.

Y entre más avances se hacen para alcanzar la meta, más esfuerzo se requiere.

“Se vuelve más desafiante a medida que uno se acerca más al 100 por ciento”, afirmó Ed Smeloff, de Vote Solar, organización sin fines de lucro en California que promueve la energía libre de carbón. “El futuro para llegar al 100 por ciento probablemente es más diverso que lo que vemos en este momento”.

© 2018 The New York Times