MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Presentaron el primer plan argentino para vehículos a hidrógeno

Santa Fe (Autoblog.com.ar). La Universidad Nacional del Litoral y la Secretaría de Energía de la Nación presentaron el Plan Nacional de Hidrógeno, que se propone crear una red de abastecimiento de este combustible a nivel nacional e impulsa el desarrollo de vehículos impulsados por esta tecnología antes del 2030.

La idea es crear un Centro Nacional de Hidrógeno, que agrupe a todas las iniciativas relacionadas con esta fuente de energía en el país. Se estima un presupuesto de 42 millones de dólares para ponerlo en marcha.

El plan de aprovechar los beneficios de este gas no es nuevo en la Argentina. En 2006 se aprobó la Ley Nacional de Hidrógeno (N°26123), que aún no entró en vigencia porque el Poder Ejecutivo todavía no la reglamentó.

Dentro del plan presentado ante las autoridades, la prioridad es poner en marcha un sistema de distribución de hidrógeno en todo el país. Para ello, se aprovecharía la actual infraestructura de gasoductos.

En una segunda etapa se encuentra el impulso a vehículos particulares y de transporte de pasajeros a más tardar en 2030.

A nivel internacional, el hidrógeno es una tecnología de desarrollo incipiente en la industria automotriz. Toyota, por ejemplo, anunció hace dos semanas que su primer auto a hidrógeno estará a la venta en Japón, Europa y Estados Unidos a partir del año que viene. El FCV (foto de arriba) tendrá un precio de venta al público que rondará los 50 mil euros (leer más).

Plan Nacional del Hidrógeno

El Plan Nacional de Hidrógeno se presentó en la Universidad Nacional del Litoral.

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Comunicado de prensa de la Universidad Nacional del Litoral
Presentaron en la UNL el Plan Nacional de Hidrógeno

En el marco de la conmemoración del Día del Ingeniero Químico, en la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), se llevó a cabo la presentación formal del Plan Nacional de Hidrógeno. La apertura del encuentro estuvo a cargo de las autoridades de la UNL y representantes de la Secretaría de Energía de la Nación. Estuvieron presentes el vicerrector de la UNL, Miguel Irigoyen; el decano de la FIQ, Enrique Mammarella; Manuel Herrero Rosas, coordinador del Área de Biocombustibles, y Eduardo Jorge Hadad Pitasny del Área de Biocombustibles e Hidrógeno de la Secretaría de Energía y egresado de la FIQ.

En sus discursos de apertura tanto el vicerrector de la UNL como el decano de FIQ expresaron sus agradecimientos a los integrantes del proyecto por la presentación y por su parte Mammarella felicitó a los ingenieros por su día e invitó a repensar los aportes de hombres tales como Bernardo Houssay, Luis Federico Leloir o José Babini.

En la actualidad el mercado de hidrógeno se encuentra en aumento tanto a nivel nacional, como mundial. Pero la demanda, local y extranjera, señala que no se lo utiliza como vector energético sino más bien como un insumo o intermediario de la industria química.

Frente a esta realidad el eje de la exposición del Plan Nacional de Hidrógeno se centró en las proyecciones que la Secretaria de Energía de la Nación posee sobre la utilización futura del hidrógeno como vector energético y combustible no contaminante. Para revertir esta tendencia y poder utilizar el hidrógeno como un vector, Manuel Herrero Rosas detalló que el objetivo de esta presentación es “hacer hincapié en la promoción del desarrollo de tecnologías propias de producción, almacenamiento y uso del hidrógeno, y el perfeccionamiento de la industria nacional con integración en el Mercosur”.

Es importante aclarar que si bien la Ley Nacional de Hidrógeno 26123 data del año 2006, aún no cuenta con el decreto reglamentario, por lo cual sólo resta esperar el curso legal administrativo para poder comenzar a implementar acciones concretas como el Plan Nacional del Hidrógeno. Es por ello que desde la Coordinación del Área de Biocombustibles, dependiente de la Secretaria de Energía de la Nación, se avanzó hacia la redacción de la reglamentación complementaria del plan de hidrógeno para dicho decreto de ley. En este sentido Herrero Rosas detalló que “esta experiencia fue realmente muy interesante para nosotros porque nos puso de cara frente a la realidad de decidir qué hacemos frente a esta necesidad; es decir, si íbamos a contratar una consultora, muchas veces extranjera, para que nos den un marco más o menos adaptados a la realidad local o si empezamos humildemente por ver quienes están trabajando en el país con esta temática para que de alguna forma nos dieran una mano. Naturalmente hicimos lo último, logramos conformar un comité de redactores para realizar el ejercicio de poner sobre la mesa las distintas opiniones y buscar siempre el consenso”.

La redacción de este proyecto, según informaron los expositores, demandó más de 56 semanas de trabajo, en las cuales se discutieron los alcances a corto, medio y largo plazo acerca de la industria del hidrógeno, sus componentes técnicos y humanos. “Planificar para nosotros significó decidir con anticipación ventajosa qué hay que hacer, cómo, por qué, quién lo tiene que hacer y cuanto cuesta hacerlo. Este proyecto fue laborioso ya que hace 50 años que no se hacía algo parecido, hay que remontarse hasta la época de Arturo Ilia, etapa en la cual se desarrolló el plan nacional atómico. Tenemos que retrotraernos todo ese tiempo para poder visualizar, en una escala menor, lo que demandó esta presentación”, manifestó Pitasny.

Al corto plazo los especialistas indicaron cuales van hacer los impactos que lograría este plan. El puntapié inicial ya está dado, y el horizonte al que se alumbra está previsto hasta el año 2030. Así, mencionan la implementación del Centro Nacional del Hidrógeno, el cual estaría, a partir de la sanción del decreto, bajo la orbita de la Secretaria de Energía de la Nación. Con esto se pretende tener un sistema de información centralizado para que el Estado nacional pueda cruzar y coordinar sus recursos a los fines de evitar un mismo esfuerzo de trabajo en distintas áreas, ya que este centro además tendría una interrelación directa con las universidades, los institutos tecnológicos, y el INTI. En forma inmediata también se desarrollaría la creación de puestos trabajos especializados y el aumento en la utilización de equipos nacionales referidos al desarrollo del valor agregado y técnicas propias.

Bajo esta línea de acción Pitasny advirtió la necesidad de aunar esfuerzos en pos de vincular recursos y políticas para llamarse a un diálogo necesario. “Es importante que como Estado nos pongamos en contacto e involucremos a muchos sectores, muchas veces sucede que si bien sabemos que se está trabajando en esta temática no se tiene relación entre sí, y realmente esta es nuestra función, trabajar en algo particular para lograr desarrollar distintas energías y de esta forma contribuir a una matriz energética en crecimiento y soberana”, consideró.

El plan tiene estipulado 42 millones de dólares como presupuesto total. Hay 24 programas que son grandes proyectos que serán atendidos al corto, mediano y largo plazo.

Se establecen siete proyectos para corto plazo (incluido la creación del Centro Nacional de Hidrógeno), ocho de mediano plazo (posible inyección de hidrógeno en las redes de gasoductos), siete de largo plazo (vehículos de transporte, colectivos, formación de recursos humanos, producción de hidrógeno a partir de la biomasa) y dos transversales. Estos últimos son los que comienzan en 2014 y finalizan en 2030. Uno de ellos es de cooperación internacional entre países limítrofes, y el otro es el estudio y desarrollo de los aspectos sociales, culturales, y ambientales del hidrógeno.