Una inversión histórica en sostenibilidad y desarrollo territorial
Viedma, Rio Negro, 1 de octubre de 2025. El Gobierno de Río Negro ha dado un paso contundente hacia la consolidación de un modelo de desarrollo sostenible y equitativo en toda la provincia. Mediante el Programa de Financiamiento de Extensión Universitaria para el Desarrollo, se ha destinado un total de $150 millones para apoyar 19 proyectos seleccionados en universidades locales, de los cuales 12 corresponden a la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), con un financiamiento conjunto de $99.045.399. Este programa refleja un compromiso decidido por conectar el conocimiento académico con las necesidades concretas de la comunidad, generando soluciones innovadoras que tengan impacto real en la vida de los habitantes y en la preservación del entorno natural.
El enfoque de estos proyectos es integral, abarcando desde la resiliencia ante el cambio climático, la gestión de residuos, la educación ambiental y la inclusión social, hasta la transformación de territorios urbanos y rurales en espacios más sostenibles. Cada proyecto ha sido seleccionado cuidadosamente por un Comité de Expertos Independientes, bajo estrictos criterios de calidad, factibilidad e impacto, asegurando que los fondos lleguen a iniciativas con resultados medibles y replicables.
¿Qué son los Proyectos de Extensión Universitaria y por qué son clave para el medio ambiente?
Los Proyectos de Extensión Universitaria son programas que vinculan la universidad con la sociedad, permitiendo que el conocimiento académico se traduzca en acciones concretas para resolver problemas reales del territorio. En el caso de Río Negro, estos proyectos representan una oportunidad única para:
Impulsar la educación ambiental y la concientización ciudadana.
Implementar soluciones innovadoras frente al cambio climático y la degradación ambiental.
Generar empleo técnico y oportunidades de formación profesional.
Fortalecer el desarrollo territorial mediante la participación activa de estudiantes, docentes, nodocentes y comunidades locales.
La UNRN, a través de sus sedes Andina, Alto Valle – Valle Medio y Atlántica, se consolida como un actor central en la articulación entre conocimiento académico y acción territorial, demostrando que la universidad puede ser un motor real de transformación social y ambiental.
Comunidades Forestales Resilientes: Estrategias frente al cambio climático
Uno de los proyectos más destacados es “Comunidades Forestales Resilientes”, liderado por el Dr. Marcos Ezequiel Nacif en la Sede Andina. Con un financiamiento de $14.024.500, esta iniciativa busca fortalecer la capacidad de las comunidades locales para adaptarse y responder a los impactos del cambio climático.
El proyecto combina investigación científica, educación ambiental y prácticas sostenibles de manejo forestal, con la participación activa de la población. Se promueve la reforestación con especies nativas, la capacitación en gestión de recursos y la construcción de sistemas comunitarios de alerta y adaptación. Este enfoque integral no solo busca proteger los ecosistemas locales, sino también mejorar la resiliencia social y económica de las comunidades frente a fenómenos climáticos extremos, generando un modelo replicable en otras regiones de la Patagonia.
Compost: De residuo a recurso, un cambio cultural en la gestión de residuos
La Ing. Agostina Biagini, también en la Sede Andina, lidera el proyecto “Compost: de residuo a recurso”, con un financiamiento de $3.773.000. Esta iniciativa se centra en promover el compostaje comunitario como una estrategia de gestión sostenible de residuos orgánicos.
El proyecto tiene un impacto directo en barrios urbanos y rurales, transformando los restos orgánicos en abono de alta calidad que puede ser utilizado en huertas comunitarias y jardines escolares. A través de talleres educativos y capacitaciones, los vecinos aprenden a separar y aprovechar los residuos, reduciendo la contaminación y fomentando hábitos sostenibles. Además, este proyecto integra la participación de estudiantes universitarios que aplican sus conocimientos para resolver problemas ambientales locales, fortaleciendo así el vínculo entre universidad y comunidad.
Puntos limpios y conciencia ciudadana: Educación ambiental aplicada
En el Alto Valle, Martín Ezequiel Calderón lidera “Puntos limpios y conciencia ciudadana”, un proyecto financiado con $5.000.000 que apunta a mejorar la gestión de residuos sólidos urbanos mediante la implementación de puntos limpios estratégicamente ubicados.
Más allá de la infraestructura, el proyecto enfatiza la educación y la participación ciudadana. Los vecinos aprenden a separar correctamente los residuos reciclables y orgánicos, mientras la universidad desarrolla campañas de sensibilización que promueven hábitos responsables y sostenibles. La iniciativa también busca reducir microbasurales, mejorar la calidad del suelo y fomentar un modelo de ciudad más limpia y sostenible, contribuyendo directamente a la protección del medio ambiente local.
UNRN gestando cambios en la esquila: Innovación en producción ovina
La Sede Atlántica de la UNRN lidera el proyecto “UNRN gestando cambios en la esquila”, bajo la dirección de Pamela Pamer, con un financiamiento de $12.000.000. Aunque no se centra exclusivamente en medio ambiente, este proyecto tiene un impacto indirecto al promover prácticas sostenibles en la producción ovina.
La iniciativa introduce técnicas innovadoras de manejo de ganado, cuidado animal y reducción del impacto ambiental en los procesos productivos. Al mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la esquila, se contribuye a la conservación de pastizales y ecosistemas locales, fomentando al mismo tiempo la economía rural y la inclusión de productores locales en proyectos de investigación aplicada.
Ciudades de mar: Hacia un modelo sostenible de gestión costera
El proyecto “Ciudades de mar, hacia un nuevo modelo sostenible”, dirigido por el Ph.D. Arq. Horacio Ángel Casal y financiado con $15.000.000, se centra en la transformación de la costa atlántica desde la Sede Alto Valle – Valle Medio.
Su objetivo es implementar estrategias de planificación urbana y ambiental que mitiguen los efectos del cambio climático y la erosión costera, fomentando la preservación de playas, dunas y humedales. El proyecto combina infraestructura sostenible, educación ambiental y participación comunitaria, asegurando que los desarrollos urbanos y turísticos no comprometan la biodiversidad ni los recursos naturales.
Territorios Resilientes: Adaptación a zonas rurales
Entre los proyectos calificados como “Muy Bueno” destaca “Territorios Resilientes”, dirigido por Cristian Musi Saluj con un financiamiento de $7.055.000. Su foco está en estrategias de adaptación al cambio climático en zonas rurales, promoviendo técnicas agrícolas sostenibles, gestión del agua y conservación de suelos.
Este proyecto integra a productores locales y comunidades rurales en la co-creación de soluciones, fortaleciendo la resiliencia territorial y generando beneficios ambientales y económicos. La participación activa de estudiantes y docentes asegura la transferencia de conocimiento y la replicabilidad de buenas prácticas en otros territorios.
Cuidar en Comunidad: Salud y sostenibilidad en el Alto Valle
Germán Guaresti, en la Sede Andina, lidera “Cuidar en Comunidad”, financiado con $15.000.000, un proyecto que combina salud comunitaria y educación ambiental, demostrando cómo la extensión universitaria puede abordar problemas sociales y ambientales de manera simultánea.
Las acciones incluyen campañas de prevención de enfermedades, educación sobre hábitos saludables y talleres sobre gestión de residuos y consumo responsable, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida y a la concientización ambiental de los vecinos.
Arqueología e Inclusión Sensorial: Ciencia y conciencia ambiental
Marcia Bianchi Villelli dirige “Arqueología e Inclusión Sensorial”, financiado con $9.165.399, que combina la difusión científica con estrategias inclusivas y educativas. Aunque su foco principal no es ambiental, el proyecto promueve la valoración del patrimonio y la relación de la comunidad con su entorno, fomentando el respeto y cuidado de sitios naturales y culturales.
CO2 y Futuro en Río Negro: Educación sobre cambio climático
La Dra. Maisa Tunik lidera “CO2 y Futuro en Río Negro”, con un financiamiento de $3.896.500, un proyecto educativo que busca generar conciencia sobre la huella de carbono y el impacto del cambio climático en la provincia. Se desarrollan talleres y materiales pedagógicos dirigidos a escuelas y comunidades, promoviendo prácticas sostenibles y reducción de emisiones en la vida cotidiana.
DIVULGAfest: Promoviendo vocaciones científicas sostenibles
Paula MUT, con $4.000.000, dirige “DIVULGAfest”, un festival que promueve vocaciones científicas y educación ambiental entre jóvenes. La iniciativa busca incentivar la curiosidad, el pensamiento crítico y el compromiso con la sostenibilidad mediante actividades lúdicas, talleres y competencias, integrando ciencia, medio ambiente y participación ciudadana.
Tecnología adaptada a invernaderos: Seguridad alimentaria y sostenibilidad
Patricia Andrea Baffoni lidera un proyecto con $6.761.500 enfocado en la adaptación tecnológica de invernaderos en la Sede Atlántica. El objetivo es mejorar la producción de alimentos de manera sostenible, optimizando recursos hídricos y energéticos, reduciendo el impacto ambiental y fortaleciendo la seguridad alimentaria local.
Consultorio de Diseño Visual y Audiovisual: Apoyo a emprendedores sostenibles
María de los Ángeles Belaunzarán lidera esta iniciativa en el Alto Valle con un financiamiento de $3.369.500, destinada a apoyar a emprendedores en la difusión de proyectos sostenibles mediante estrategias de comunicación visual y audiovisual. Esto permite que los proyectos ambientales y de desarrollo territorial tengan mayor alcance y visibilidad, potenciando su impacto en la comunidad.
Andrés Nievas
Técnico en manejo ambiental, consultor Ambiental y escritor para medios locales e internacionales sobre temas de geopolitica y medio ambiente.