MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

En Chasicó, un pequeño pueblo de Tornquist que apenas supera los 200 habitantes, está naciendo un proyecto que podría cambiar la forma en que se procesan los residuos orgánicos domiciliarios en ese y otros distritos de la región.

La iniciativa -denominada Polo Ecológico Chasicó- logró despertar el interés del ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación. A tal punto, que hace unos días se transformó en una de las ganadoras del concurso Plataforma de Innovación, de esa cartera, lo que le permitirá acceder a un subsidio de 250 mil pesos para que pueda transformarse en realidad.

La idea gira en torno a la puesta en marcha de un biodigestor con capacidad para transformar en gas y abono todos los residuos orgánicos de la población.

“Estas soluciones existen hace 40 años en Europa, pero acá le vamos a agregar un elemento nuevo: la producción”, contó a “La Nueva.” uno de los gestores del proyecto, el programador y docente Daniel Bastán.

“Al lado del biodigestor va a haber un emprendimiento que va a generar una salida económica para las personas que viven en Chasicó, sobre todo los jóvenes. En nuestro pueblo no hay muchas oportunidades de trabajo”, sostuvo.

Con el gas que genere el biodigestor -precisó- se calefaccionarán invernaderos para producciones premium, como hongos comestibles, algas o vegetales deshidratados.

“Los invernaderos que utilizaremos son los qu diseñaron los alumnos de cuarto año de la escuela local. Tienen forma de cúpula geodésica, por lo que aprovechan mejor la energía y soportan mejor los vientos. Energéticamente, son más eficientes”, apuntó.

El proyecto de usar la basura para aclimatar invernaderos nació de una exalumna de Bastán, Silvana Ardito, quien vivió un tiempo en Bahía Blanca y luego retornó al pueblo.

“La tercera involucrada es mi mujer, Mariela Virgili, que es ingeniera agrónoma y está especializándose en producción de hongos comestibles y administración de proyectos”, contó Bastán.

“La idea inicial era instalar el biodigestor, pero fue cambiando cuando nos dimos cuenta de que podíamos acoplarla a otros proyectos que tenemos hace años, como el del invernadero. Pueblos como Chasicó son exportadores de recursos humanos, porque son muy pocos los chicos que se quedan cuando terminan de estudiar; para cambiar esto hay que generar oportunidades, y esta es una”, refirió Bastán.

Según aseguró, la idea es arrancar con un emprendimiento productivo propio, pero con espacio para que en el futuro otras personas se sumen con sus proyectos individuales.

“La única condición es la utilización de energías renovables. Por eso hablamos de un polo ecológico”, enfatizó.

Bordoni, interesado

Bastán contó que el subsidio provincial representa aproximadamente un tercio del costo final del proyecto, por lo cual se pensó en sumar al municipio.

“Fuimos a hablar con el intendente Sergio Bordoni. Se mostró muy interesado porque una de sus preocupaciones es el procesamiento de la basura. Le dijo al ministro (de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jorge Elustondo) que quiere participar, lo que es fantástico porque nuestra propuesta es generar un emprendimiento público-privado”, dijo.

El biodigestor que se piensa instalar procesará los residuos sólidos orgánicos domiciliarios, así como materia orgánica de los campos cercanos, desechos de cosecha, restos de poda y demás.

“Para incorporar desechos cloacales faltaría tener una red de desagües”, aclaró Bastán.

Aseguró, por último, que la experiencia se puede replicar en cualquier localidad. “Chasicó va a ser un banco de pruebas”, finalizó.

 Fuente: Por Juan Ignacio Schwerdt para www.lanueva.com