“A la provincia le corresponderán unos 80 o 90 millones de dólares por año, el 12 por ciento de unos 700 millones de dólares anuales, cuando la obra esté terminada, interconectada y generando energía para el mercado mayorista del país”, dijo en una recorrida de prensa Fernando Zárate, director del proyecto por Integración Energética Argentina S.A. (Ieasa, ex Enarsa).
La obra perteneciente al Estado nacional, una vez en producción hacia mediados de 2024, “venderá la energía al mercado mayorista, una parte de los fondos quedará para la operación de largo plazo de las centrales hidroeléctricas, y otra parte a un fondo nacional energético de reinversiones en energía”, explicó.
Durante la recorrida también se informó que equipos permanentes de arqueología trabajan en el polígono de las obras realizarán campañas de rescate arqueológico en la zona que será afectada por los embalses.
Según informó, “se han encontrado fósiles, no de gran magnitud, como roedores”.
“Están en pleno desarrollo las investigaciones, pero sí hay zonas de interés detectadas, de hecho son las zonas que se habían ya relevado para los estudios de impacto ambiental, sólo que para los EIA uno releva pero no rescata material”, explicaron los responsables de esta investigación.
Respecto de la cantidad de mujeres que trabajan en el emprendimiento, se indicó que un 12 por ciento de 1.500 empleados son mujeres, en su mayoría dedicadas a la gestión ambiental, administración y servicios, y sólo tres conducen camiones, informaron fuentes de la contratista.
“Ahora vinieron todos los camiones fuera de ruta para Cóndor Cliff y tenemos tres chicas que conducen en distintos turnos de trabajo”, informó Claudia Quintana, directora del plan de gestión ambiental de la unión transitoria de empresa (UTE) Represas Patagonia en una recorrida de prensa que realizó Télam.
El plan a su cargo involucra programas de gestión de aguas, de residuos, control de derrames, muestreos y capacitaciones.
“El porcentaje de mujeres en obra no es tan alto, por ahí el régimen de obra de 21 (días de trabajo) por 7 (de descanso) no ayuda a que las mujeres se animen a tomar estos desafíos”, reflexionó la Licenciada en Gestión Ambiental, de 40 años, oriunda de la ciudad de Río Turbio.
Y también advirtió, “es un desafío humano, estamos en el medio de la nada, a tres horas de una ciudad, vivir 21 días en un campamento de obra, todo tiene su desafío”.
“En obras había estado, pero en campamentos es mi primera experiencia, antes audité el interconectado de La Esperanza a Pico Truncado, durante todo el desarrollo del proyecto, y gasoductos, para TGS y Transener”, contó la gestora ambiental.
Frente a los argumentos de ambientalistas que rechazan las obras, la profesional explicó “tengo una visión poco ortodoxa, tampoco digo que hay que hacer por hacer, sino que hacer con controles, que es lo que estamos haciendo”.
“Los programas que desarrollamos ayudan a que el ambiente no se modifique de la forma que creen que va a suceder, no se va a modificar el lago (Argentino) por lo tanto no se va a afectar al Glaciar (Perito Moreno)”, aseguró.
Quintana informó además que unos 80 empleados en las represas son de nacionalidad china, que tienen un régimen de seis meses de trabajo por uno de descanso en su país, y una cocina y horarios diferentes para su alimentación.
Fuente: Agencia de Noticias Télam