Viedma, Provincia de Rio Negro, 3 de enero de 2025. El Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo de la provincia de Río Negro, a través de su Subsecretaría de Fauna, ha emitido una resolución oficial en la que declara a la cotorra (Myiopsitta monachus) como una especie perjudicial para la producción. La medida responde al creciente impacto negativo que esta especie de ave ha tenido en los cultivos frutales y agrícolas de la región, particularmente en los Valles de Río Negro y Neuquén, donde su población ha experimentado un considerable aumento en los últimos años.
La cotorra, conocida por sus características de bandada y su capacidad para causar daños masivos, representa una amenaza seria para la flora local. Las aves atacan especialmente especies de pepita, carozo y frutos secos, afectando de manera directa la calidad y cantidad de la producción agrícola. Este problema ha sido especialmente notorio en los cultivos frutales del Alto Valle, Valle Medio y Valle Inferior, áreas clave de la región productiva de la Patagonia Norte.
Con el fin de abordar esta problemática, la resolución se enmarca dentro de un trabajo conjunto entre diversas instituciones y actores relevantes. Entre ellos se encuentran el Ministerio de Desarrollo Económico, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la provincia de Neuquén, las cámaras frutícolas, los productores locales y especialistas en fauna. La principal intención es desarrollar estrategias efectivas de control de la especie, priorizando la sostenibilidad y el equilibrio ecológico, sin recurrir a la erradicación total de la cotorra.
El aumento de denuncias por parte de los productores es una clara muestra del impacto negativo que las cotorras están generando en los cultivos. Las aves se alimentan de flores, brotes y frutos en diferentes etapas de desarrollo, lo que provoca pérdidas significativas para los agricultores. Los daños son especialmente evidentes durante la temporada de cosecha, cuando las frutas atacadas quedan inutilizables, afectando no solo la rentabilidad de los productores, sino también la calidad de los productos destinados al mercado.
Desde el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro, se destaca la importancia de implementar medidas de control adecuadas, que no solo resguarden los intereses de los productores, sino que también protejan el equilibrio ambiental de la región. La colaboración entre los diferentes sectores involucrados será clave para encontrar soluciones que permitan una fruticultura sostenible y rentable, minimizando los efectos adversos de las cotorras en el ecosistema agrícola de la Patagonia.
El impacto de esta nueva medida se espera que sea positivo a largo plazo, ya que busca una solución balanceada que favorezca tanto la productividad local como la preservación del entorno natural.