El Bolson, Rio Negro, 2 de junio de 2025. El gobierno intensifica los trabajos de restauración ambiental en una de las áreas naturales más emblemáticas de la Patagonia, tras los incendios que devastaron su ecosistema.
En el corazón de la Patagonia andina, un rincón de biodiversidad lucha por sobrevivir. El Área Natural Protegida Río Azul – Lago Escondido (ANPRALE), ubicada en cercanías de El Bolsón, fue golpeada duramente por los incendios forestales que azotaron la región en los últimos años. Hoy, la provincia de Río Negro redobla esfuerzos para salvar este santuario natural con un ambicioso plan de restauración y monitoreo ambiental.
Durante la última semana, técnicos y guardaparques de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, en coordinación con el Servicio Forestal Andino (SFA) y el Departamento Provincial de Aguas (DPA), realizaron un nuevo relevamiento de campo. El objetivo es claro: evaluar los daños, prevenir nuevos riesgos, y devolverle a este pulmón verde su vitalidad ecológica.

Evaluación del daño y árboles con riesgo: más de 200 ejemplares afectados
Los primeros informes de este operativo arrojaron datos preocupantes. Se detectaron más de 200 árboles y arbustos con signos severos de daño por fuego, y con riesgo de caída. Las especies más afectadas incluyen radales, cipreses y algunas variedades exóticas introducidas que, tras la quema, se han vuelto peligrosas para el tránsito de visitantes y personal técnico.
Para mitigar este riesgo inmediato, se autorizó un raleo selectivo en una superficie de 8.700 metros cuadrados. Esta tarea no sólo busca proteger la seguridad humana, sino también prevenir la propagación de enfermedades y plagas que puedan desarrollarse en los árboles muertos. Las acciones serán ejecutadas por pobladores locales con experiencia forestal, quienes trabajarán bajo estricta supervisión técnica.
Infraestructura en crisis: relevamiento de senderos y pasarelas
A la par del monitoreo biológico, un equipo del DPA junto a técnicos de la Secretaría de Ambiente llevó adelante un relevamiento topográfico en varios circuitos clave: Dedo Gordo, Encanto Blanco y el Troncal. Estos senderos, ampliamente utilizados por visitantes y pobladores, presentan daños estructurales en pasarelas y zonas de cruce debido a la acción del fuego y las crecidas posteriores.
La evaluación permitió definir zonas prioritarias donde se proyectarán mejoras y nuevas infraestructuras que respeten el entorno y garanticen el acceso seguro. Se espera que en las próximas semanas se anuncien inversiones concretas para ejecutar estas obras fundamentales.
Una joya ecológica en recuperación: ¿por qué es clave proteger ANPRALE?
Creada en 1994 por la ley provincial N.º 2833, el Área Natural Protegida Río Azul – Lago Escondido no es una más del sistema provincial. Su singularidad biogeográfica la convierte en un refugio de especies nativas, tanto animales como vegetales. Forma parte de la Reserva de Biosfera Andino Norpatagónica de UNESCO, y funciona como un importante corredor ecológico entre los bosques del noroeste de Río Negro y los del norte de Chubut.
Además de su riqueza biológica, ANPRALE tiene un profundo valor cultural y social. Es utilizada ancestralmente por comunidades originarias, productores locales y visitantes de todo el país que buscan una experiencia auténtica con la naturaleza patagónica.
Incendios forestales: una amenaza recurrente con múltiples causas
Los incendios que devastaron la zona no fueron hechos aislados. En los últimos años, el aumento de las temperaturas, la prolongación de las sequías, el avance del turismo desregulado y la actividad humana descontrolada han convergido en una peligrosa combinación. La prevención y el monitoreo deben ser parte integral de cualquier política ambiental en regiones sensibles como esta.
Por eso, desde la Secretaría de Ambiente se insiste en la necesidad de una gestión participativa y de largo plazo, que incluya a los pobladores, las instituciones educativas, las ONG ambientales y los visitantes.
Uno de los aspectos más destacados de esta estrategia de restauración es la participación directa de la comunidad local. Los trabajos de raleo y limpieza están siendo realizados por pobladores del área que poseen conocimiento del territorio y experiencia previa en manejo forestal. Esta decisión no sólo dinamiza la economía rural, sino que fortalece el vínculo entre la conservación ambiental y la justicia territorial.
El gobierno provincial aseguró que esta articulación seguirá fortaleciéndose, con capacitaciones técnicas y nuevas herramientas para que las comunidades puedan ser protagonistas de la restauración.
¿Qué sigue para ANPRALE?
En las próximas semanas se consolidarán tres líneas de trabajo prioritarias:
Continuación del relevamiento ecológico con especial atención a especies en peligro.
Readecuación de la infraestructura de senderos y construcción de nuevas pasarelas sustentables.
Lanzamiento de campañas de concientización ambiental dirigidas a visitantes y residentes.
Además, se estudia la posibilidad de declarar algunas zonas como de “restauración estricta”, lo que implicaría su cierre temporal al público para permitir la regeneración natural sin interferencias.
Ciencia y conservación: un vínculo necesario
Los datos recolectados durante estos relevamientos no sólo tienen valor operativo inmediato. También alimentarán un sistema de monitoreo de largo plazo que permitirá estudiar cómo se comporta el ecosistema en las próximas décadas. Este tipo de información es clave para tomar decisiones basadas en evidencia científica.
El rol del turismo responsable en la nueva etapa del área
A pesar del daño sufrido, el ANPRALE no cerrará sus puertas. Por el contrario, se está trabajando en una campaña de “turismo responsable” para que quienes visiten la zona lo hagan con conciencia, cuidado y participación. Las autoridades invitan a todos los visitantes a informarse previamente, seguir las recomendaciones y sumarse a las tareas de restauración como voluntarios.
Lo que en un primer momento fue tragedia, hoy se transforma en una oportunidad. Río Negro está apostando fuerte por un modelo de restauración ecológica con justicia territorial, ciencia, participación ciudadana y protección ambiental real. El renacer del Río Azul – Lago Escondido será, sin duda, un ejemplo para toda la Patagonia.