Teniendo en cuenta la problemática real de poblaciones aisladas de las ciudades, las cuales no cuentan con la posibilidad de acceso a redes eléctricas o no cuentan con los medios necesarios para recibir estas fuentes energéticas dentro de nuestro país y sobre todo en las regiones más aisladas de nuestra Patagonia, se ha desarrollado un proyecto de energía renovable con la esperanza que se convierta en el futuro en un producto comercializado, siendo de ayuda y utilidad al desarrollo de estas comunidades. Es por ello, el Lic. Adolfo Samela, Director de este proyecto, expresa lo siguiente: “Nuestra intención como grupo de energía renovable, es realizar estos desarrollos para ofrecer a la gente una energía no convencional, limpia, una energía que en el futuro y en el presente van a ser más que sustantivas”.
Este proyecto de Investigación y Desarrollo se canalizó a través de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Posgrado de la Rectoría de la UTN (quien evalúa y financia parcialmente estos proyectos) y de nuestra Facultad Regional que con aportes económicos y de investigadores, constituyó un grupo de profesionales que han llevado adelante y se ha podido llegar al primer prototipo de aerogenerador apto para estas regiones. “En este momento estamos en la primera fase de prueba de caracterización del prototipo, lo que sería una prueba piloto o de laboratorio, y si todo acompaña lo llevaríamos a campo abierto con velocidades de viento muchos mayores donde se lo pondría a prueba en otras condicione más severas. Si pasa esta prueba, se realizaría un prototipo número dos, de características comerciales y con llegada a las comunidades más aisladas” nos aclara el Lic. Samela.
El equipo de investigación que ha trabajado de forma compacta lo integran doce profesionales docentes-investigadores. Entre ellos está el Ing. Osvaldo Szewczuk, el Ing. Carlos Tommasi, el Ing. Pablo Bahamonde, la Ing. Laura Ibarreta (becada por el CONICET), la Profa. Verónica Forchino y el Ing. José María Gauna. Por otro lado, también lo integran alumnos avanzados, becarios de investigación como Emmanuel Quiroga, Gianfranco Samela, Federico Díaz, Belén Miranda y Ezequiel Nieva quienes se han preparado a lo largo de todos estos años haciendo trabajo de equipo, no solo en investigaciones tecnológicas, sino también en conseguir un equipo humano.
Por último, el Licenciado nos cuenta que “nosotros como universidad tecnológica, por nuestra filosofía tomamos lo primero: llegar a producir tecnología que lleven a productos finales que sean aplicables a la región y en lo posible a todo el país. Nuestra tarea es que muy pronto, una parte del porcentaje de energía que se consume sea renovable, ya sea de origen solar o eólica”.