MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Santa Cruz y sus yacimientos: el país vuelve a poner la mirada en el uranio

Pilcaniyeu (La Opinion Austral). Hace una semana el Gobierno Nacional anunció que se pondrá nuevamente en marcha la planta de enriquecimiento de uranio en Río Negro para volver a ingresar en el reducido grupo de países que cuentan con este recurso. En 2009 se anunciaba en Gobernador Gregores el convenio con la CNEA para poder explorar en Laguna Sirven un yacimiento de este metal, pero esto no pasó del anuncio.

La pasada semana el Ministerio de Planificación Federal anunció que en cinco semanas se pondrá nuevamente en marcha la planta de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu, Río Negro, un gran trabajo de científicos y técnicos para recuperar instalaciones que habían sido abandonadas a fines de los años ’80 y que representa todo un símbolo del desarrollo nuclear argentino.

Actualmente, se amplió la planta de producción de Agua Pesada “ENSI” de Neuquén, que es la más grande en operación en el mundo, y se encuentra en ejecución el proyecto para la recuperación de la planta en Pilcaniyeu donde inicialmente se invirtieron 27 millones de dólares para concretar la Planta Piloto “Mock–Up” que el 5 de junio comenzó a cargar uranio para enriquecerlo.

Se llama enriquecimiento a los procesos de concentración de un isótopo de interés, siendo el más conocido el enriquecimiento del isótopo 235 del uranio, U–235, aunque no el único. Las centrales con uranio enriquecido son más económicas en el costo final de su combustible que las que funcionan con uranio natural. La concentración de U–235 permite incrementar la cantidad de energía que entregará un combustible puesto en el reactor y reducir los inventarios de combustibles utilizados.

A modo de ejemplo, la Central Nuclear Atucha I emplea uranio levemente enriquecido. Esta central producía originalmente en base a uranio natural, pero en base al cambio en el núcleo se logró la conversión para que pase a producir energía en base al uranio levemente enriquecido, al 0,85% en U–235. Esta conversión produjo reducciones del 30% en los costos de los combustibles, 20% en el uranio requerido y 10% en los costos de la generación.

Plan Nuclear Argentino

Este proyecto se realiza en el marco del Plan de Reactivación Nuclear del Plan Energético Nacional, que ejecutó inversiones por 11.000 millones de dólares en los últimos 10 años. Entre las obras realizadas por el Estado Nacional se destaca la Central Nuclear Néstor Kirchner (ex Atucha II) de 745 megavatios, con tecnología de uranio natural y agua pesada, que ya ha comenzado días atrás a aportar energía al sistema.

Su construcción había sido abandonada en 1990, por lo que para su terminación se invirtieron 3.000 millones de dólares y requirió en promedio 6.000 puestos de trabajo. En los que hubo una participación del 88% de suministros locales y tanto el combustible como el agua pesada se producirán en el país. Cabe resaltar que el Turbo Grupo de la Central será la máquina de mayor potencia del sistema argentino, esa máquina estará sincronizada por primera vez con energía eléctrica proveniente del uranio natural del núcleo de la central y permitirá que la generación eléctrica nuclear pase a abastecer de 7% a 10% de la demanda eléctrica, a partir de este año.

Adicionalmente, se encuentra en construcción el primer Reactor de Baja Potencia CAREM cuya tecnología y diseño es 100% argentino y se puso en marcha la extensión de vida útil de la Central Nuclear Embalse, de 650 megavatios, por un ciclo de 30 años, lo que representa una inversión de 5.000 millones de dólares.

Proyecciones

El cálculo de la firma U308 es que, si se produce a nivel local, Argentina buscará dejar de importar uranio para sus centrales nucleares actuales (y las próximas programadas) y pasará a comprar la oferta disponible al interior de sus fronteras.

El país requiere hoy unas 250 toneladas anuales de uranio que importa en su totalidad, dado que de acuerdo a la información que declaró ante la Asociación Nuclear Mundial su producción actual es nula. Brasil, en cambio, produce unas 231 toneladas anuales (es el décimo cuarto productor global de uranio) y consume 321 toneladas para abastecer sus reactores.

La nómina de los principales proveedores de uranio está encabezada por Kazajistán que produce unas 21.317 toneladas al año, todas destinadas al mercado externo; seguido por Canadá con casi 9.000 toneladas y un consumo interno menor a las 2.000, y en tercer lugar se ubica Australia que también tiene un consumo bastante limitado.

Chubut y Santa Cruz

El 23 de marzo de 2009, con motivo de la inauguración formal de la mina de plata Manantial Espejo en Gobernador Gregores, el ministro de Planificación Julio Miguel De Vido anunciaba que “en el corto plazo vamos a estar también produciendo uranio, un mineral estratégico para Argentina, que está llevando adelante integralmente su programa de desarrollo nuclear y necesita uranio producido en el país”, sostuvo el funcionario durante el acto.

De Vido precisó que la explotación de uranio se podría realizar “en Laguna Sirven, cerca de la localidad de Las Heras” –a unos 60 kilómetros- en el marco de un convenio con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que contempla la exploración en otras áreas de la provincia.

En marzo del año pasado, la minera canadiense Calypso Uranium, que opera en nuestro país a través de Energía Mineral, descubrió una segunda zona de mineralización de uranio en Chubut apenas seis meses después de haber anunciado el hallazgo de una primera en la periferia de Cerro Solo, yacimiento controlado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

Las reservas certificadas son de 12.000 toneladas del mineral, y a raíz del potencial de los descubrimientos la empresa dejó entrever que en la Cuenca del Golfo San Jorge, que cubre el sur de Chubut y Santa Cruz, posee el mayor depósito de uranio del país.

Las zonas de mineralización descubiertas por Calypso se encuentran en los prospectos exploratorios Bella Vista y La Flecha, dos de las propiedades mineras de la empresa en el Golfo San Jorge, donde en total cuenta con cateos por 1.420 kilómetros cuadrados. Guillermo Pensado, presidente de Energía Mineral, expresó que “los descubrimientos logrados por nuestro equipo en tan sólo unas pocas campañas exploratorias confirman el potencial uranífero del distrito y sustentan el próximo programa de perforación, que contribuirá a identificar reservas de minerales en la cuenca”.

Pensado indicó que “se trata de prospectos que si bien poseen un alto riesgo exploratorio podrían ser más importantes que los de Cerro Solo”. Y reiteraba en ese momento que Argentina “importa el 100% del uranio que consume”, en tanto que con producción local podría pasar a “cubrir su demanda y generar reservas estratégicas”. (Fuentes: BAE-EnerNews-MinningPress)