Viedma – El Departamento Provincial de Aguas (DPA) expuso el pasado viernes los avances en la actualización del Plan Director de Agua Potable de Cipolletti. En el encuentro se establecieron además nuevas líneas de trabajo.
El estudio, realizado por el Gobierno de Río Negro a través de la Dirección y Supervisión del DPA, cuenta con el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI) a través de la consultora PROA SRL.
En la reunión, presidida por la superintendente del DPA, Raquel Morales; participó la secretaria de Planeamiento de Río Negro, Laura Perrilli; el coordinador de Proyectos del CFI, Héctor Valiente; el Jefe del Proyecto de la consultora PROA, Mario Álvarez; representantes de Aguas Rionegrinas y diversas áreas técnicas del DPA vinculadas a las obras de agua potable.
A lo largo de la jornada se expuso sobre la actualización del Plan Director de Agua Potable de la localidad, que se encuentra con un avance del 60%. En este sentido, se analizaron los antecedentes del funcionamiento actual del servicio, de acuerdo a la expansión demográfica de la ciudad y a las perspectivas urbanísticas planteadas por el Municipio de Cipolletti.
Del mismo modo, se realizó el análisis interinstitucional sobre las hipótesis del crecimiento demográfico que impacta sobre el Alto Valle Oeste. De acuerdo a esto, se implementaron las tipologías y predimensionamientos de las infraestructuras hídricas y electromecánicas que deberán ejecutarse.
Asimismo, se establecieron las líneas de trabajo a aplicarse por la consultoría, en esta última etapa de actualización del Plan Director.
En el encuentro se definió como trabajo primordial, el aumento de la capacidad de captación y bombeo sobre el río Neuquén, el acrecentamiento de la capacidad de tratamiento mediante sedimentación, floculación y filtrado y la ampliación de la capacidad de reserva.
Paralelamente, se hizo hincapié en las mejoras de la presión de servicio, la instalación de la micromedición y la optimización del abastecimiento de agua potable en bloque para el servicio de Fernández Oro.
De esta forma, con la aplicación de dichos criterios de trabajo, se apunta a atender las futuras demandas hidráulicas, posibilitando satisfacer la demanda de una población de 97.000 personas en un lapso de 10 años y de 117.000 a lo largo de 20 años.