La persistencia del valor internacional del barril de petróleo crudo en torno a los US$ 50 hizo que el negocio del reciclado de PET, plástico para fabricar envases, se redujera en Argentina, al pasar de los US$ 162 millones a US$ 73 millones anuales en los últimos tres años.
El reciclado de este tipo de plástico en el país pasó además de 81.000 a 56.250 de toneladas anuales, en sintonía con precios que bajaron de US$ 2.000 a US$ 1.300 por tonelada en el mismo lapso, indicaron fuentes del sector.
La contracción del mercado de envases reciclados supone asimismo una amenaza para el sector de reciclado de plástico en general que tiene una capacidad ociosa del 50% y emplea a unos 50.000 trabajadores.
La baja del precio internacional de PET “produjo una caída en la rentabilidad de las empresas, que se tuvieron que ajustar al nuevo precio, pero también hizo que bajara la cantidad de toneladas recicladas, algo que no es bueno”, indicó el gerente de Relaciones Institucionales de Ecopek, Carlos Briones, a la agencia Télam.
En Argentina hay 150 empresas que reciclan PET (politereftalato de etileno), de las cuales 30 firmas acaparan 11.250 del actual nivel de 56.250 toneladas anuales.
Las principales empresas del sector son Reciclar SA, Amiplast, Alta Plástica y Ecopek, que de todas es la única en Argentina que cuenta con la tecnología para volver a reciclar el plástico y destinarlo para envasar alimentos.
Briones precisó que los diferentes productos del petróleo, como los plásticos “se vieron perjudicados por la caída en el precio del barril”, que se derrumbó desde US$ 107,90 en junio de 2014, hasta US$ 50 a principios de 2015, valor promedio en el que se mantuvo desde entonces.
“En Argentina se utilizan anualmente unas 225.000 de toneladas de PET, de las cuales el 25% proviene del reciclado”, apuntó.
Subrayó que “hace tres años, la proporción de PET reciclado era de 36%”, con lo cual puntualizó que la participación de plástico reutilizado “pasó de 81.000 a 56.250 de toneladas al año”.
Indicó que “además de achicarse el mercado de reciclado en cantidad también lo hizo en volumen”; y precisó que “de US$ 162 millones que representaba anualmente este negocio, pasó a US$ 73 millones”.
A pesar de esto, Briones remarcó que “la actividad de reciclado se sostiene gracias a la decisión de empresas como Coca Cola y Danone que por una cuestión de responsabilidad social empresaria tienen una gran participación en la compra de PET reciclado para fabricar sus envases”.
En tanto, la gerente de Asuntos Gubernamentales de la asociación civil Ecoplas, Verónica Ramos, precisó que “en lo que va del año la prohibición que rige en el ámbito porteño hizo que 40.000 toneladas de polietileno no lleguen a los recicladores”.
Además puntualizó que “la industria recicladora emplea actualmente 50.000 personas, pero tiene una capacidad ociosa de 50%”, aunque “podría ocupar unos 120.000 trabajadores”.
Coca Cola acaba de lanzar Reciclo, una plataforma con unos 20 puntos de reciclaje ubicados en supermercados a los que los consumidores pueden llevar envases de plástico, vidrio y tetra-brik para su clasificación, acopio y enfardado que luego son retirados por cooperativas y trasladados a plantas donde son convertidos en materia prima de reciclado.
“Si bien por esta coyuntura de precios internacionales utilizar PET reciclado implica un esfuerzo económico, es necesario hacerlo”, afirmó el director de Asuntos Gubernamentales de Coca Coca, Cristian Pérez.
“Uno de los objetivos de Reciclo es fortalecer la red de recupero de materiales”, agregó,
Destacó que “en la medida que aumente el material disponible, sigue dinamizándose el mercado”, y concluyó que “el esfuerzo que significa el reciclado de los envases vale la pena”.
La preocupación por la reducción en el negocio también llegó a la Cámara Argentina de la Industria del Plástico (CAIP), cuyo gerente, Sergio Hilbrecht, destacó que “a lo que ocurre con el PET se suma la situación de otro sector que es el del polietileno de alta densidad” (PEAD).
“En lo que va del año cerraron 50 empresas, con el consecuente despido de 500 trabajadores en el Area Metropolitana de Buenos Aires”, advirtió acerca de la industria del PEAD.
Hilbrecht indicó que “esto se debe a la prohibición que rige en la ciudad de Buenos Aires desde enero a la entrega de la denominada bolsa camiseta por parte de los supermercados”.
Subrayó que esta situación “ya le ocasionó a la industria del plástico una pérdida económica de $ 50 millones, a los cuales se deben sumar otros $ 150 millones del pago de indemnizaciones por los despidos”.