Neuquén.-Casi la mitad obtuvo la personería jurídica en los años noventa.
Sofía Sandoval
ssandoval@lmneuquen.com.ar
Neuquén.- No es un apellido originario ni un poncho de lana gruesa que le pese sobre los hombros. Para la zonal mapuche, ser parte de una comunidad pasa más por la autodeterminación que por el reconocimiento. Para la ley, sin embargo, existe una serie de requisitos a cumplir que llevaron a 55 comunidades a ser reconocidas legalmente por el Gobierno. “Tener personería jurídica es simplemente existir ante la ley”, afirmó Jorge Lara, ministro de Seguridad, Trabajo y Ambiente de la provincia.
Si bien esta herramienta les permite también solicitar un crédito o acceder a un subsidio, él considera que las comunidades inician el trámite con el tentador objetivo de reclamar la titularidad de las tierras que ocupan por costumbre. Sin embargo, ni un apellido originario ni una vincha tejida sobre la frente alcanzan para obtener la personería, un reconocimiento que aún esperan unas seis nuevas comunidades que no entran en el registro. “Tienen que vivir en comunidad y preservar la cultura y el lenguaje”, agregó Lara.
En muchos casos, esas características son difíciles de probar. A veces los documentos dan cuenta de otros domicilios legales, muy lejanos unos de otros, que no aportan al sentido de comunidad. Sin embargo, 13 agrupaciones de la provincia fueron reconocidas legalmente por el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (Renaci) y otras 42 por el gobierno provincial a través del Ministerio de Gobierno.
Conseguir o no la personería puede depender de la presión que ejerza cada agrupación y del escenario político del momento. Así, entre los años 90 y 95 se otorgó la personería a 28 comunidades y en el último lustro, sólo cinco agrupaciones fueron reconocidas legalmente. Si bien Lara argumenta que la principal motivación de las comunidades que piden la personería es llegar a cobrar el derecho de paso y servidumbre por sus terrenos, lo cierto es que obtener este papel no los habilita de forma automática a quedarse con las tierras. “El reconocimiento de las tierras se gestiona por la Ley de Tierras, sin importar si es una comunidad o un individuo”, explicó.
Detalló que, en el caso de tierras fiscales, se da un permiso de tenencia u ocupación y una vez que se prueba un desarrollo sobre el terreno, se posibilita la compra en cuotas. “Cuando se termina de pagar, se genera un decreto para otorgar la escritura”, aclaró.
Así, muchas comunidades mapuches accedieron a la tierra al comprobar, según establece la ley, su ocupación tradicional, pública y actual. “Quiere decir que tienen que estar desde hace tiempo en el lugar y permanecer en la actualidad, pero además, su ocupación debe ser reconocida por la sociedad en los alrededores”, sostuvo Lara.
Única: Entre las comunidades reconocidas figura una de origen tehuelche.
Campo Maripe, una disputa sin fin
El conflicto entre el Gobierno y el lof Campo Maripe sumó un nuevo capítulo el jueves, cuando los integrantes de la comunidad se manifestaron para repudiar el ingreso de Gendarmería Nacional a su territorio el día anterior.
Según señaló Jorge Lara, ministro de Seguridad, Trabajo y Ambiente de la provincia, esta comunidad tiene el título de propiedad comunitaria de 76 hectáreas en la margen sur de la Ruta 17, pero ellos reclaman 23 mil hectáreas del otro lado del camino. “Es justo donde están las máquinas petroleras”, expresó.
Para Lara, no hay forma de comprobar que la comunidad haya ocupado de forma tradicional esos terrenos. “Por sentido común, lo normal sería que ocuparan la zona más cercana al río”, señaló, y aclaró que las fotos satelitales que hizo YPF antes de instalarse en esa región de Añelo demostraron que en el lugar no había puestos de comunidades mapuches.
El ministro aclaró que esta no es la única comunidad que está en conflicto con el Gobierno. Un caso similar se dio en Villa La Angostura, donde aparecieron tres puestos en la traza de la ruta de circunvalación que pertenecen a una comunidad que exige una indemnización.
La propiedad de la tierra, bajo la lupa
En la actualidad hay tres comunidades a pocos pasos de obtener sus títulos de propiedad: Antipan, en la zona de Zapala, obtendrá unas 9500 hectáreas; Calfulcurá, en la misma región, se quedará con más de 7000, y Namuncurá, en el Paraje San Ignacio, va a escriturar unas 13.000. Otras de las comunidades que iniciaron el trámite para titularizar sus tierras son Millaqueo y Cheuquel, en el departamento de Picunches. En muchos casos, el principal obstáculo para acceder a los títulos es que los mapuches reclaman hectáreas que son parte de un parque nacional o los ejidos municipales. En otras ocasiones, son los conflictos por límites entre dos comunidades los que impiden que se otorguen las escrituras.
El ministro de Seguridad, Jorge Lara, aclaró que la cantidad de tierras que se escrituran es variable y detalló que obtienen una propiedad comunitaria y no privada, por lo que no cuentan con el derecho para transferir esas tierras. Según explicó, uno de los principales obstáculos para titularizar las tierras es la comprobación de la permanencia tradicional de las comunidades en la zona. En algunos casos se utilizan antiguas fotos satelitales o la detección de viejos cementerios como prueba.
Fuente: La Mañana Neuquén