La ministra brasileña de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, anunció hoy en Nueva York la próxima demarcación de 14 nuevos territorios indígenas, que suman 1,5 millones de hectáreas, algunos de ellos en la Amazonía.
De los 14 procesos en curso, 11 ya están concluidos y prácticamente listos para la firma presidencial, lo que marca un giro trascendental entre los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y el de su antecesor, Jair Bolsonaro.
“Esperamos que a lo largo de 2023 podamos tener todos esos procesos firmados”, dijo la ministra a la prensa. Algunos de ellos llevaban cerca de 30 años esperando.
Los primeros anuncios se harán en el campamento Tierra Libre, una movilización indígena que tendrá lugar del 24 al 28 de abril próximos, precisó Guajajara.
Se trata de la mayor demarcación que se realiza en diez años en el país y está cargada de simbolismo después del estancamiento que sufrió la cuestión indígena durante el bolsonarismo.
Estos nuevos territorios se sumarán a los 430 territorios demarcados actualmente, aunque la ministra quitó importancia al número ya que los territorios “varían de tamaño o de región en región”.
El ministerio de Guajajara fue creado por el gobierno de Da Silva para proteger los derechos de los 800.000 indígenas asentados en el 13,75% del territorio nacional, según el último censo de 2010.
En la ONU, la ministra pidió que la “agenda de la lucha indígena”, que incluye la demarcación, la protección y la seguridad de los territorios indígenas, se sume al debate global sobre crisis climática, consignó la agencia AFP.
“Nunca más Brasil sin nosotros, nunca más una ONU sin los pueblos indígenas”, dijo la ministra brasileña, ataviada con un tocado de plumas, que lanzó la propuesta de que Brasil albergue el próximo encuentro de los pueblos indígenas para “discutir y definir nuestras estrategias”.
En toda la región de la Amazonía, que comparten una decena de países de la región, hay 100 millones de hectáreas de tierras indígenas por demarcar, según el ministerio.
La demarcación de territorios indígenas permite luchar contra la usurpación ilegal de tierras para deforestarlas y luego reclamarlas oficialmente utilizando documentos falsos, una práctica común en el pulmón de planeta.
Asimismo, permite proteger el medio ambiente, luchar contra los invasores, como la minería ilegal o maderera y combatir la violencia y el narcotráfico.
“Los indígenas no están ocupando tierras de otros, están solo luchando para recuperar lo que era suyo y los invasores les quitaron desde 1500”, año de la llegada de los primeros colonizadores portugueses a Brasil, dijo Lula recientemente.
La deforestación en la Amazonía en febrero (322 km2) aumentó 62% respecto a febrero de 2022, un récord para ese mes del año.
Fuente: Télam