Con 24 años, Tadeo integró el equipo de profesionales que en agosto viajó a Florida, con el objetivo de poner en órbita el satélite construido por especialistas de INVAP en Río Negro.

Un sueño que tenía desde chico

Tadeo se crió en el San Francisco IV, un barrio tradicional ubicado al sureste de la ciudad,  que bordea parte de la extensa calle Esandi. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 266, el secundario en la ex ENET; obtuvo su título de Técnico Eletromecánico para luego realizar pasantías en INVAP y pasó a ser parte del staff permanente de la empresa rionegrina. Actualmente estudia la carrera de Ingeniería Electrónica en la Universidad de Río Negro.

“Me crié rodeado de las historias de INVAP, de los satélites y para mí era un sueño estar acá. Hice las pasantías y dije: ‘yo quiero estar acá, quiero ser parte de esto’ y la verdad hoy estoy muy feliz. El lanzamiento del SACOM  1A me tocó vivirlo con mucha emoción desde acá, con mis compañeros en la sede. Y el estar con el 1B, allá, en primera fila fue más que un sueño cumplido. Tengo la suerte de poder estudiar y trabajar de algo que me gusta y apasiona”, relató.

El joven profesional siempre vivió rodeado de anécdotas espaciales.  Su papá se desempeña en el área de electrónica de la firma y fue quien lo inspiró a seguir ese camino laboral.

“Soy muy seguidor de todo lo que es lo satelital y el área espacial. Y el primer recuerdo que tengo, a los 10 años, es de mi papá, que me regaló una maqueta del SAC- C y me mostró eso y para mí fue asombroso. Y las historias que siempre él me ha contado. Además tengo otro hermano que trabaja acá. Hoy en día yo estudio electrónica y algo relacionado con esto, por lo que él me ha mostrado y que me inspiró a poder hacer esto”, contó emocionado.

Orgullo de la familia

La mamá de Tadeo es enfermera del Centro de Día Aluminé, un establecimiento que asiste y contiene a personas adultas con discapacidad. Relató lo orgullosos que están en su familia y detalló que “mi mamá al principio tenía un poco con miedo por el COVID porque nos tocó volver en la primera etapa. Le tuve que contar un día antes porque si le avisaba con mucho tiempo no me dejaba. Ahora está súper orgullosa y feliz de la oportunidad. No sólo ella, de hecho todo el barrio está al tanto. Hasta le hicieron entrevistas al almacenero de enfrente de mi casa”, contó entre risas.

“Es increíble poder ver esas imágenes”

El SAOCOM 1B sorprende por la calidad y resolución de las imágenes que produce y Tadeo explicó el significado que tiene para él y para todo el equipo ver los resultados de esa intensa labor: “Para mí es un orgullo ver las primeras imágenes porque cuando entré, fue en sector de puesta en marcha donde testeamos  los circuitos impresos. Y de pasar de testear, a poder lanzar el satélite y después poder ver esas imágenes tan lindas, la verdad que es increíble”, aseguró.

Fuente: Gobierno de Rio Negro