PUERTO MADRYN.- La presidenta del Concejo Deliberante, Xenia Gabella, se reunió con representantes de la organización “Consenso Verde”, quienes presentaron un anteproyecto que propone la plantación de cien mil árboles con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de proteger la vegetación existente, así como la flora autóctona.
“La intención no es solamente revitalizar el paisaje y embellecer la ciudad, sino también colaborar con la conservación del medio ambiente; por ello, enviamos la iniciativa a Comisión, para que los ediles la analicen y confirmen su factibilidad”, indicó.
“Consenso Verde” está conformada por un grupo de organizaciones civiles y vecinos que tienen la intención de embellecer la ciudad mediante la incorporación de arbolado urbano, respetando a las especies que se adapten al suelo patagónico, el cual tiene condiciones climáticas extremas.
“Conversando con los integrantes, coincidimos que es vital que nuestros ciudadanos colaboren con la preservación y cuidado, por ejemplo, de la playa, las veredas o las plazas”, explicó Gabella. En este sentido, se pretende vincular a los vecinos a través de diversas actividades por medio de las Juntas Vecinales y Asociaciones Civiles.

Iniciativa verde

En principio, se estipula realizar una prueba piloto con mil ejemplares de Acacia blanca, Fresno americano y Laurel de jardín. Si se concreta con éxito, el año próximo, se plantarán cien mil en el aniversario de Puerto Madryn.
Cabe mencionar que los árboles resguardan el sol, brindan alimento y refugio para insectos y aves, evitan la erosión del viento, hacen más lenta la escorrentía del agua frente a posibles inundaciones, absorben polvo en suspensión y generan oxígeno.
La iniciativa busca no sólo generar conciencia respecto del cuidado y la preservación del medio ambiente, sino también embellecer una ciudad de la cual, muchos de sus espacios, han atravesado las consecuencias de un acelerado crecimiento demográfico durante los últimos años, con las particularidades que ello conlleva.
Un estudio del Conicet realizado en 2014 indica que, desde 1970 hasta los últimos tres años, la población de la ciudad aumentó 14 veces; el relevamiento, realizado por el investigador Sergio Kaminker, sostiene que el “boom” de crecimiento de la ciudad tuvo lugar en la década del 70 con el inicio de las operaciones de la firma Aluar, hecho que hizo que varias familias se trasladar a Puerto Madryn y se asentaran definitivamente en la ciudad.
En este contexto, de tener “luz verde” la iniciativa, el próximo año, para el nuevo aniversario de Puerto Madryn, se plantarían unos 100 mil árboles en distintos sectores de la ciudad.
Un proyecto similar tuvo lugar en 2012, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, donde se plantaron unos 1.000 ejemplares de árboles del tipo “Acacia bola” en diferentes zonas de la ciudad.

Árboles, cambio climático y emisión de CO2

Por otra parte, en lo que refiere al cambio climático, un estudio de 2017 elaborado por “The Nature Conservancy” (organización internacional sin fines de lucro) afirma que “cada año, cerca de tres millones de personas mueren en el mundo debido a la contaminación atmosférica” y que”la tendencia indica que esta cifra debería ir en aumento pues se espera que para el 2050, el 80 por ciento de la población del planeta habite en ciudades”, por lo cual sugiere que la plantación de árboles en grandes ciudades “podría mejorar la salud de decenas de millones de personas, al reducir los índices de polución y enfriar en alire en las calles urbanas”, agregando que “los árboles pueden tener un impacto local significativo en los niveles de contaminación y en la temperatura; pueden salvar vidas y son igual de eficientes que las soluciones más tradicionales, como colocar depuradores en chimeneas o pintar techos de color blanco”.
En esta línea, hay quienes afirman que plantar árboles ya no serviría como estrategia para reducir el efecto del cambio climático en el mundo; por ejemplo, la investigación realizada por el Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK), que sugiere que “con tan altas concentraciones de CO2 en la atmósfera, el tamaño de las plantaciones para absorberlas tendrían que ser tan grandes que eliminarían un tercio de los ecosistemas del planeta”, agregando que “también, desaparecerían una cuarta parte de la extensiones agrícolas dedicadas a los cultivos, que se transformarían en grandes reservas de biomasa; el efecto sobre la alimentación de la población mundial sería catastrófico”.
Sin embargo, “el crecimiento de la biomasa en sitios bien seleccionados, con un importante incremento del riego y la fertilización serviría para apoyar las políticas de reducción de emisiones de CO2, hasta lograr que el clima no aumente más de dos grados Celsius, como se ha establecido en el Acuerdo Climático de París”, añade el estudio.