La propuesta llegó desde un rincón de la Isla de Bali, en Indonesia. Allí necesitan crear un sistema de protección marina antierosión para la isla y para eso lanzaron un concurso abierto de ideas. Un equipo de argentinos quedó seleccionado entre los siete finalistas y ahora deberán viajar para construir el primer prototipo.

El proyecto se llama “Kehidupan Laut Seawall, inspirado en la naturaleza”. Kehidupan Laut significa vida marina en idioma indonesio mientras que Seawall significa protección marina en inglés. Los creadores son Charly Karamanian y Alejandro Bollana, quienes ya habían sido finalistas en otros concursos de gran renombre como el que había lanzado la NASA y pedía proyectos para mejorar el tratamiento de excremento y orina, al que llamó “caca espacial”.

En este caso el concurso era un poco más terrenal y en el medio de un paraíso, como son las playas de ese sector del planeta. Se necesitaba crear un sistema de protección marina antierosión para la isla, que fuese sustentable; se buscaba un diseño que respetara el ecosistema, las tradiciones de Bali y que fuese muy atractivo. “Nos pusimos manos a la obra”, cuenta Charly.

“Diseñamos un muro de contención que será un ícono de desarrollo sostenible para Kura Kura Bali, la “isla de la felicidad”. KLS está concebido como arquitectura biomórfica y biofílica: nuestro diseño está inspirado en la naturaleza, para proteger la naturaleza y disfrutar de la naturaleza”, remarca uno de los integrantes del equipo.

Charly Karamanian y Alejandro Bollana en el Centro Metropolitano de Diseño. Foto: Denise Toll

La forma de cada pilote, que permitirá que el mar no erosiones la isla, está inspirada en la almeja navaja y el caparazón de la tortuga marina: “Los bordes redondeados proporcionan un aspecto orgánico visualmente deslumbrante, al mismo tiempo que absorben la energía de las olas de manera muy eficiente. El patrón distintivo de la superficie de KLS albergará una amplia variedad de vida marina”.

Cómo funciona

Cada pilote tiene una característica especial bioinspirada en la almeja, que consiste en dos chorros de agua a presión que licuan la arena debajo de la punta del pilote, por lo que se ablanda y resulta más fácil de penetrar utilizando equipamiento liviano.

La forma de cada pilote está inspirada en la almeja navaja y el caparazón de la tortuga marina. Los bordes redondeados proporcionan un aspecto orgánico y visualmente atractivo, mientras que absorben la energía de las olas de manera eficiente.

El diseño también promueve la vida marina: la textura inspirada en el arrecife de coral y en la geometría del caparazón de tortuga, proporciona abundantes cavidades para facilitar el desarrollo de la vida marina.

Así es el proyecto KLS creado por el equipo argentino.

Además, los pilotes están unidos por una pieza especialmente diseñada, que ofrece varias opciones de mobiliario urbano: asientos, maceteros, estacionamiento de bicicletas, etc.

Así es el proyecto KLS creado por el equipo argentino.

Dentro del concurso se explicaba que los muros de contención del mar construidos hasta ahora estuvieron un impacto negativo en el medio ambiente. Su función de protección contra las tormentas y la erosión sigue siendo una necesidad vital. Es por eso que en Bali se busca cerrar la brecha en rompeolas sostenibles, y es allí donde aparecieron estos argentinos con un diseño original e innovador.

Así es el proyecto KLS creado por el equipo argentino.

“Todavía no existe un tratamiento para el borde del mar diseñado de forma sostenible sin sacrificar una estética elegante. El desafío consiste en proponer un nuevo tipo de tratamiento de borde marino que pueda crearse primero para la Isla de Bali y eventualmente convertirse en el nuevo estándar para los tratamientos de borde marino en el resto de Indonesia y posiblemente en otras partes del mundo”, sueñan Charly y Alejandro.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/equipo-argentino-finalista-concurso-proteger-isla-paradisiaca_0_H1vzL4pFf.html