Neuquén.-La técnica experimental que permite extraer los hidrocarburos alojados en la roca madre de Vaca Muerta está en el centro de un acalorado debate por su posible impacto ambiental. Conocida en todo el mundo como “fracking” o “estimulación hidráulica”, este sistema para la explotación de pozos no convencionales puso a Estados Unidos al tope de la producción petrolera mundial, pero también generó resistencia entre quienes afirman que afecta el medio ambiente y contamina los acuíferos.
A pesar de que en Argentina se usó por primera vez en la década del ‘50, su práctica se masificó con los pozos no convencionales. Y mientras en algunos países lo prohibieron -como Francia y Bulgaria- en otros le abren las puertas.
Ambientalistas temen que el país se convierta en un “laboratorio” a gran escala de esta técnica, pero desde YPF dicen que hay muchos “mitos” alrededor de su uso.
Uno de los temores es que ponga en riesgo las napas de agua. El ingeniero y jefe de estimulación hidráulica, André Archimio (34), descarta que eso pueda ocurrir en Vaca Muerta. “Los acuíferos están separados por 2.000 metros de roca del punto donde se encuentran los hidrocarburos”, dice, y agrega que las napas se protegen con “casing de acero y cemento”.
El uso de químicos también es materia de controversia. Hay ambientalistas que hablan de compuestos de 600 químicos, pero los petroleros afirman que son “solo de 10 a 12 y están en cualquier hogar”. ¿Puede provocar sismos? Para los técnicos de YPF eso también es “un mito”. “La intensidad sísmica proveniente de la inyección es cien mil veces menor a la detectable por el hombre”, remarcan. Por ahora, nadie tiene la última palabra.
FUENTE: El día