MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Ushuaia – La pequeña embarcación oceánica, cuya tripulación está compuesta por miembros de distintas agrupaciones políticas identificadas con el Gobierno nacional, tiene como objetivo “generar conciencia y soberanía”. Se quedará alrededor de quince días y permitirán a los niños dar un paseo por el Canal, sin costo.

La mañana ventosa de ayer tenía pendiente la visita, alrededor de las diez, del velero La Sanmartiniana. Antes de que se dejara entrever por la línea delgada del Canal de Beagle, se anunció que La sanmartiniana estaba cerca. Para recibirla, dos embarcaciones de la Prefectura Naval se hicieron presentes y navegaron Canal adentro, hasta la altura de las 640 viviendas.

Allí se encontraron con el velero oceánico La sanmartiniana, que se acercaba pequeña e imbatible sobre las olas. En cubierta se veían los diez tripulantes, muchos de ellos jóvenes, que maniobraban la embarcación y hacían visera con las manos para mirar en dirección a la ciudad. Estaban vestidos con ropa muy abrigada, algunos de rojo y otros de azul, y parecía, por momentos, que desafiaban al viento y las olas para llegar al destino que todo navegante anhela: el fin del mundo.

Esta embarcación tiene como objetivo principal, en palabras del capitán Julio Urien,”militar en espacios fluviales y marítimos con los jóvenes”, de ahí que sea el Frente para la Victoria el bloque que trajo a La Sanmartiniana. Los tripulantes estaban compuestos por militantes de agrupaciones políticas vinculadas al peronismo que van incorporándose a la nave por tramos. Por ejemplo, algunos se sumaron en Mar del Plata y se bajaron en Puerto Madryn. Otros siguieron hasta Ushuaia.

Los tripulantes del velero oceánico no han dado solamente un paseo: para llegar a nuestra ciudad tuvieron que atravesar cinco temporales y más de 100 km de viento en contra. Es por ello que los jóvenes miembros de la inestable tripulación debieron hacer un “esfuerzo militante” en el viaje. Además, el término “esfuerzo militante” hace referencia al esfuerzo económico que hace el Gobierno Nacional y distintas agrupaciones como La Cámpora y Proyecto Pampa Azul para financiar el viaje.

Una vez tocado el puerto ushuaiense, el plan es quedarse alrededor de quince días e invitar a niños a que puedan dar sus primeros paseos en barco de forma gratuita. También se reunirán con distintos sectores de la militancia para “generar conciencia y soberanía”.

La idea es del capitán Julio Urien, un personaje que a la edad de 22 años sublevó a la Escuela de Mecánica de la Armada para apoyar el regreso de Perón al país. Amenazado por los sectores opositores, formó parte de Montoneros y fue capturado y condenado a muerte. Sentencia que nunca se cumplió: en cambio, estuvo en prisión muchos años hasta que logró salir.

Ahora el capitán se dedica a visitar distintas partes del país –esta vez tocó Ushuaia-, donde levanta y deja tripulantes, y lleva mensajes de paz, soberanía y fomenta la militancia política, sin duda su gran amor.

Fuente: El Diario del Fin del Mundo