El grupo “Quiero un Río Gallegos Limpio” trabaja hace cuatro años llevando adelante diferentes tareas en la ciudad para reducir los residuos que la gente arroja en las calles. En referencia a esta labor, Daniela Teshka Collinao, integrante de esa organización, habló con LU12 AM680 y contó cómo les fue este año en el cuidado del medio ambiente.

 

“Con la pandemia, cuando la gente no salía, muchos espacios se liberaban de basura”, comentó la activista. Sin embargo, este cambio duró poco y con la reapertura de las actividades volvió a ser todo igual. “Se nota que el problema somos las personas”, expresó.

 

En ese sentido, el peor de los problemas es la aparición de nuevos mini basurales (que hasta 2019 superaban los 150 en toda la ciudad) y la ausencia de control. “Durante la gestión anterior habían 70 inspectores ambientales, pero en toda la gestión se hicieron sólo dos multas por cuestiones de basura”, detalló Daniela, y pidió mayor conciencia y mejoras en la política ambiental de la ciudad.