En este contexto recordó que fueron dos temas “los que nos marcaron una preocupación”. “Por un lado la falta de licencia comercial y el no pago de las tasas a la ciudad de Neuquén, y la otra era una cuestión de ambiente porque no estaban conectados a la red cloacal. Arrojaban sus líquidos a un pozo que formaban una laguna y esto ponían en riesgo la seguridad ambiental del aeropuerto”, recordó.
Fuente: La Mañana Neuquén