MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Comenzó el estudio migratorio de la ballena franca austral a través de tecnología satelital

Puerto Madryn – En el mes de octubre un equipo de investigadores de Argentina, Brasil y Estados Unidos colocaron transmisores satelitales de última generación en cinco ballenas francas australes en Península Valdés. Luego de dos semanas de que se colocaran, los transmisores ya están brindando información sobre la localización de estos animales que permitirá conocer las rutas que siguen hacia sus áreas de alimentación, al tiempo que se espera que esta información contribuya a las estrategias de conservación para la especie y su hábitat. La ruta que sigue la ballena franca austral al abandonar el Golfo Nuevo es una de las incógnitas más grandes que tienen quienes estudian a esta especie.

Al sudeste

 

Helena, Buena Onda, Blubber, Barefluke y Papillón, fueron los ejemplares elegidos para colocarles los transmisores satelitales, que ya están dando sus frutos. Según explican desde el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), se observa que las madres con cría estudiadas siguen nadando dentro de las aguas del Golfo Nuevo, lo que indica que aún no han comenzado su migración anual, mientras que los tres individuos restantes, todos ellos animales jóvenes de más de un año de edad, ya salieron por la boca del Golfo Nuevo y se desplazan en dirección sudeste a más de 300 kilómetros de la costa en aguas profundas.

Este proyecto busca recabar información que contribuya a entender las causas del preocupante incremento en la mortandad de crías de ballenas francas australes registrada en las aguas de Península Valdés durante la última década.

Para ello, la Comisión Ballenera Internacional, de la cual la Argentina es parte, aprobó en el 2012 el Plan de Conservación de la ballena franca austral de la población del Atlántico Sudoccidental que incorpora una serie de líneas de investigación prioritarias tendientes a esclarecer la problemática. Una de ellas es la investigación sobre la localización de las áreas de alimentación y rutas migratorias que utilizan las ballenas francas cuando se alejan de las aguas de la Península.

 

Tecnología adecuada

 

El trabajo realizado durante el mes de octubre permitió equipar a ballenas francas con dispositivos satelitales por primera vez en el Atlántico Sudoccidental. Estos dispositivos comunican la posición geográfica de los animales, con un margen de error de unos pocos kilómetros y dos veces al día, a un satélite que la recibe desde su órbita y la transfiere a nodos de comunicación en tierra.

De este modo, de forma remota, se puede seguir la trayectoria de las ballenas a medida que se van acumulando datos puntuales. Esta etapa piloto ha demostrado que la tecnología aplicada es adecuada para la especie, ya que los dispositivos se desprenderán de los animales luego de un tiempo en general menor a los seis meses. Las entidades participantes planean continuar con esta línea de investigación durante los próximos años, para lograr una base de información completa y sólida sobre un aspecto poco conocido de esta población de ballenas.

El proyecto está avalado por la Dirección de Flora y Fauna Silvestres, la Secretaría de Turismo y el Ministerio de Ambiente de la Provincia del Chubut, y está a cargo de Wildlife Conservation Society (WCS), el Instituto Aqualie de Brasil y el National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos, con la participación de Fundación Patagonia Natural, el Instituto de Conservación de Ballenas, Ocean Alliance y la Universidad de California, Davis. El trabajo de campo realizado contó además con el apoyo de Prefectura Naval Argentina que brindó seguridad a los investigadores en el agua.

 FUENTE: El Diario de Madryn