La Patagonia argentina es un sitio muy variopinto y fructífero, pero su naturaleza se está viendo diezmada día a día a causa de la acción del ser humano. Las especies autóctonas se ven peligrosamente afectadas, pero las endémicas están en franca decadencia.

6 especies endémicas de la Patagonia, en decadencia. La Patagonia argentina es un sitio muy variopinto y fructífero. Pero su naturaleza se está viendo diezmada día a día a causa de la acción del ser humano. Las especies autóctonas se ven peligrosamente afectadas, pero las endémicas están en franca decadencia.

Las especies endémicas son aquellas que se ven limitadas geográficamente a un lugar particular en el planeta. A menudo viven en lugares aislados, aunque la humanidad les ha empujado a la desaparición a través de la pérdida de su hábitat y de la caza. Al ser más propensas a desarrollarse en áreas biológicamente aisladas, corren un mayor riesgo de extinción, debido a su limitación geográfica.

Choique patagónico (Rhea pennata pennata)

También nombrado como ñandú petizo o ñandú del Sur, es una especie no voladora que pertenece a un grupo conocido como aves corredoras. Los podemos encontrar en el oeste, centro y sur de Argentina. Todas las poblaciones han disminuido notablemente y la subespecie del norte se encuentra en grave peligro de extinción.

Estas aves no vuelan (aunque tienen grandes alas que se extienden detrás de sus cuerpos) debido a la falta de la quilla del esternón a la que se suelen adherir los músculos especializados en las aves que sí lo hacen. Son muy sociables y viven en grupos de cinco a quince individuos.

En la época de reproducción, las hembras desovan varios huevos (que pueden ser de diferentes padres). Pero es el macho dominante quien se encargará de la incubación y los cuidados de los pequeños, en cuanto rompan el cascarón.

Aunque lo parezcan, no están relacionados con avestruces, emúes, casuarios o kiwis. Se caracterizan por su color grisáceo y su plumaje pardo, blanquecino en las partes inferiores, con manchas blancas en la espalda y las alas.

Ciervo Pudu (Pudu mephistophiles)

Esta especie única es endémica de los bosques de la Patagonia y constituye la raza de ciervos más pequeña del mundo. Apenas se eleva a 40 cm de largo de cruz (altura entre los hombros y el suelo) y 85 cm en total. Su peso es de unos 10 kg. Su cabeza es estrecha y cónica, con orejas redondeadas, con el pelo largo y castaño, con un cuerpo grueso, patas cortas.  Tiene un brillante pelaje de color marrón oscuro.

Estas especies son mamíferos vegetarianos que generalmente se alimentan de una gran variedad de plantas. Los llamados venados pudú del Sur han tenido la habilidad de adaptarse al medio árido donde viven. De modo que pueden pasar mucho tiempo sin agua potable, consiguiendo la humedad necesaria a partir de lo que comen.

Son animales solitarios, por lo que resultan ser una especie muy vulnerable. Solo unos pocos miles de ellos sobreviven en estado salvaje. Son capaces de sufrir un ataque al corazón si se asustan. Y cuando se enojan empiezan a temblar y se les eriza el pelo. 6 especies endémicas de la Patagonia, en decadencia.

Mara de la Patagonia (Dolichotis patagonum)

En la Lista roja de la UICN están consideradas como una especie “casi amenazada”. Su apariencia es similar a la de un pequeño ciervo, pero en realidad es algo así como un conejo gigante. Ya que pertenecen a la familia de los roedores. Viven en las llanuras de Argentina y son los 4º roedores más grandes detrás de la capibara, el castor y el puerco espín.

Si hay un número suficiente de machos, forman parejas monógamas y pueden criar dos o tres veces al año. Su hábitat son las tierras bajas, como los bosques y los cúmulos del arbusto de la creosota. Se alimentan de vegetación verde y de fruta. Mientras las hembras cuidan de las camadas y se alimentan, los machos están atentos a los depredadores como felinos, zorros y aves rapaces.

Vizcacha de montaña (Lagidium viscacia)

Las vizcachas están entre los mamíferos más pequeños de toda la zona de la Patagonia y se las conoce también como Chinchillones. Pertenecen a la familia Chinchillidae y son roedores muy similares a pequeños conejos. Son herbívoras y su período de gestación es de aproximadamente 130 días.

Tienen orejas grandes, poderosas patas traseras y pequeñas patas delanteras. Su larga cola es muy dura y peluda, una característica que distingue a la familia Chinchillidae. Y el estado del pelaje caudal puede demostrar si se siente ansioso o relajado. Estos pequeños mamíferos tienen un impresionante repertorio de vocalizaciones que utilizan para las interacciones sociales.

Zorro culpeo (Lycalopex culpaeus)

También conocido como zorro andino es una especie endémica de América del Sur. Se pueden encontrar por toda la Patagonia en espacios abiertos donde haya praderas, humedales, estepas, desiertos y bosques.

Posee un pelaje denso en tonos rojizos. Es el segundo mayor cánido en el continente, después de que el lobo de crin. Su tamaño oscila entre el de un zorro rojo y un coyote, con un peso de 5 a 7 kg. Son depredadores carnívoros que se alimentan principalmente de roedores, aves, guanacos, ovejas y reptiles.

Zorro gris (Lycalopex griseus)

Al zorro gris patagónico suele llamárselo también chilla y se extendió por toda la Patagonia y el oeste de Argentina. En Tierra del Fuego se encuentra la mayor población de estos mamíferos. Además de en varias pequeñas islas frente a la costa occidental de la isla mayor de las Malvinas.

Son característicos por su fuerte cuello y la cola de punta negra. Su tamaño oscila entre 60 a 40 cm (más unos 25 a 30 cm de cola) y un peso de 2.5 a 5 kg. La combinación de pelos blancos y negros les da su aspecto grisáceo característico. Se reproduce a finales del otoño austral, alrededor del mes de marzo.

Después de un período de gestación de 2 meses, nacen de 2 a 4 crías en una guarida, que permanecen junto con la madre. Estos animales son omnívoros, por lo que se alimentan de liebres, roedores, carroña, aves, reptiles y frutas. Son muy amables, por lo que suelen hacer las delicias de los turistas. 6 especies endémicas de la Patagonia, en decadencia.

Fuente: www.ecoticias.com