Alojar con un peñi, cocinar con la familia o acompañar a la machi: con esta oferta, siete circuitos turísticos de Arauco crecen en visitas.
La vida de las comunidades mapuches que habitan el borde del lago Lleulleu, en la provincia de Arauco, Región del Biobío, ha cambiado, y mucho. Actualmente, con más de algún vehículo 4×4 e idiomas extranjeros escuchándose por los alrededores, se ha convertido en un nuevo atractivo tanto para turistas nacionales como provenientes del exterior, quienes llegan a fascinarse con la cotidianidad del campo mapuche.
Ubicado en plena Cordillera de Nahuelbuta, este cuerpo de agua es un territorio compartido por las comunas de Contulmo, Cañete y Tirúa. En su extensa ribera, que tiene varias decenas de kilómetros, viven 30 comunidades indígenas que históricamente han protegido el lugar. Quizá por eso es el lago con las aguas más limpias del país, según un estudio realizado por la Dirección General de Aguas (DGA).
Allí, desde 2008, la cooperativa de trabajo Aukinko Leubu, apoyada por la empresa CMPC, se ha dedicado a realizar lo que ellos mismos denominan “turismo vivencial” en las comunidades. Es una iniciativa en la que el visitante vive, camina y respira como mapuche.
Bajo ese concepto, tras 10 años de trabajo colaborativo y con más de 30 socios, esta cooperativa ha logrado poner en funcionamiento siete circuitos que hoy se ofrecen hasta en el extranjero.
“Todos los años tenemos un aumento de casi 40% de turistas nacionales y esta temporada pueden ser aún más, porque nos llegarán turistas extranjeros gracias a los convenios que tiene el programa Arauko Ties, que potencia a la provincia de Arauco. Por ejemplo, este año nos han visitado 11 turistas franceses, un mexicano y una familia de Brasil”, cuenta Neftaly Nahuelqueo, gerente de la cooperativa e integrante de la comunidad Juan Llanquileo Pü.
“El circuito de inmersión en territorio mapuche, de tres días y dos noches, es el que más se vende en el extranjero. Los turistas pueden alojar en una cabaña o en la casa de un peñi o lamien, donde después comparten con la familia, forman parte de las labores del campo, salen a pescar y andar a caballo o visitan a la machi de la comunidad”, explica.
Contacto con la machi
Los circuitos incluyen servicios como desayunos, almuerzos, cabañas, guía y traslado desde Contulmo. Luis Quintana, socio de la cooperativa, evaluó positivamente esta iniciativa, que le ha permitido aumentar las estadías en su cabaña y camping, ambos ubicados en el sector Coihueco.
“Para nosotros ha sido gratificante. Nos dimos cuenta de que teníamos un producto innovador muy solicitado y que permite generar un ingreso extra”, reconoce.
Alicia Llanquileo vive en el sector Huallepén Alto. En su casa ofrece almuerzos y productos de su propia huerta. “Trabajar en red con mis vecinos me ha ayudado a fortalecer mi emprendiendo, ya que vivimos en un lugar alejado de la ciudad. Cada vecino recibe su pago al final de cada circuito y gana lo que vale su servicio. Y cada vez llegan más turistas, la demanda es todo el año”, describe.
Rupu Mapuche es otra empresa de turismo comunitario que asocia a ocho organizaciones de turismo cultural, pertenecientes a las comunas de Cañete, Tirúa, Carahue y Teodoro Schmidt. Con el apoyo de Corfo Biobío y con una inversión superior a $ 40 millones, su objetivo es que los emprendedores puedan adquirir competencias técnicas para implementar la oferta turística.
“Con esto demostramos que sí podemos trabajar el turismo de experiencia mapuche”, recalca Nahuelqueo.
Fuente: https://www.latercera.com/nacional/noticia/tour-vivencial-mapuche-del-lago-lleulleu/829407/