Buenos Aires – La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) confirmó que el fenómeno de “El Niño” ha comenzado ya a sentirse aunque de forma tardía y debilitada, en relación a las perspectivas que se tenían por el aumento de la temperatura en aguas del Pacífico central. El debilitamiento del fenómeno, no será óbice para que condicione y altere de manera importante vastos sectores americanos y australianos principalmente, aunque su influencia se sentirá este año también en los demás continentes.

 “El Niño está aquí, ahora”, confirmó el subdirector de Predicción Climática de la NOAA, Mike Halpert, reconociendo que las temperaturas superficiales del Pacífico ecuatorial son “superiores a la media”, aunque con registros menores a la aparición del fenómeno en anteriores oportunidades. En principio las consecuencias de “El Niño” se extenderán hasta el próximo mes de agosto inclusive.

Era esperado para finales de 2014

Los meteorólogos habían previsto que El Niño llegara para diciembre del año pasado, pero no ocurrió así y algunos pensaban que no llegaría. Sin embargo solamente se demoró y su presencia implicará básicamente, un aumento de las temperaturas medias, lo que podría llevar a que 2015 sea el año más caluroso que se haya registrado, una marca que ya se batió el año pasado.

En principio las áreas que tendrán consecuencias más directas serán la costa del Pacífico frente al norte de Chile, Ecuador, Perú y sur de Colombia, donde las temperaturas subirán fuertemente en las zonas costeras en particular. Algo similar se espera que ocurra en la costa del Atlántico desde el nordeste brasileño extendiéndose al sur hasta Rio Grande del Sur y posiblemente alcanzando Uruguay.

El área caribeña sudamericana que comparten Colombia y Venezuela, sufrirá calores y una muy probable y pronunciada sequía. El fenómeno de falta de lluvias sacudirá especialmente sectores asiáticos y de Oceanía, como India, Borneo, Sumatra Indonesia y partes de Australia, entienden los analistas.

El fenómeno podría extenderse pasados sus ciclos habituales, incluso hasta nueve meses en esta oportunidad, al conformarse el ciclo errático conocido como Oscilación Sur de El Niño. Las peores consecuencias registradas se produjeron en 1997-1998 cuando El Niño provocó inundaciones y sequías a todo lo ancho del planeta, generando catástrofes climáticas globales.

FUENTE: La Red 21