Zapala – El Parque Nacional Laguna Blanca esconde un tesoro poco conocido para muchos. Se trata de la caverna La Salamanca, una cueva que alberga en sus paredes rastros de pintura rupestre y evidencias del paso del hombre que la habitó en tiempos prehistóricos. El acceso es sencillo, a través de unos de los senderos que bordean la laguna, en medio del paisaje patagónico.
El sitio arqueológico está siendo investigado por la Administración de Parques Nacionales, correspondiendo a un paradero de actividades específicas en el territorio de los grupos cazadores, recolectores de la región. En una de sus paredes se puede observar una muestra del arte rupestre característico de la región Norte de Patagonia.
De acuerdo a un informe suministrado por la Unión Argentina de Espeleología (UAE), a la cual está asociado el Grupo Azul de Espeleología y Montañismo del Neuquén, (GAEMN) presidido por Néstor Chemor, se trata de una cueva pequeña que posee una boca de unos 5 metros de ancho aproximado y una altura al techo de 1,7 metros. Su interior está constituido por una sala o galería de unos 15 metros de profundidad. El suelo es bastante horizontal y en él se localizan algunos bloques y clastos.
“La UAE lleva un catastro nacional de cavernas. Nosotros, desde el GAEMN, también la tenemos asentada dentro de nuestros registros provinciales”, explicó Chemor. Esta es una de las razones para visitar el parque que, ubicado a escasos 30 kilómetros de Zapala, ofrece además en esta época del año una panorámica ideal para disfrutar del avistaje de aves en sus diferentes especies.
“Pinturas y grabados rupestres, sepulturas y abundantes herramientas de piedra son algunos de los testimonios de la presencia humana desde hace cientos de años en las costas de la laguna y paredones rocosos de estas tierras. Los antiguos habitantes de la región aprovecharon los recursos de la estepa, y en sus traslados a lo largo del territorio, la laguna era un punto clave de abastecimiento. De esta manera la caza del guanaco, su principal alimento, se complementaba con la recolección de frutos y raíces, y con la pesca en este ambiente lacustre”, explicó la UAE.
“Se ha comprobado la existencia en la zona de Barda Negra de restos de alfarería de origen Mapuche. Son pequeños fragmentos de cerámicas pertenecientes a vasijas y algunas puntas de flechas y raspadores. También se encontró industria pre-cerámica bastante conservada, manos de mortero hechas con lava volcánica, gran cantidad de esquirlas realizadas en obsidiana (vidrio volcánico) y sílices diversas” añade el informe.
El recurso cultural del parque se compone del material arqueológico e histórico que es testimonio de la actividad humana que se ha desarrollado en este espacio.
FUENTE: rionegro.com.ar