MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Comodoro empieza a explotar las posibilidades que brinda el biogás

Comodoro Rivadavia.-Comodoro Rivadavia se convirtió hace pocos días en la primera ciudad de América en realizar

una comida doméstica en base a biogás en ámbito urbano. Fue a través de un biodigestor domiciliario donado por una empresa del rubro a la vecinal Malvinas Argentinas, donde ya marcha con sus posibilidades infinitas: generación de gas, energía eléctrica, fertilizante y calefacción a costo cero y sin ningún tipo de desechos, además de la factibilidad de generar empleos asociados y reducir el impacto ambiental al cambiar de signo la basura de desecho a recurso.

Malvinas Argentinas, como tantas urbanizaciones alejadas del núcleo céntrico de la ciudad, carece de acceso a la red de gas. Aunque ya hay una obra terminada -no está habilitada aún- que dará acceso al servicio a 206 usuarios, hay otros 450 lotes en la zona que esperan la factibilidad en una segunda etapa.
Así lo explicó Néstor Prieto, referente de la vecinal que funciona desde 2004 en el entorno del Cordón Forestal, y de la que dependen también sectores como Cañadón Las Leñas y La Francesa, con sus lotes de mayores dimensiones, en zonas aún despobladas para las que la llegada de la red de gas es aún un imposible en función de los elevadísimos costos.
Para este tipo de sectores están diseñados los biodigestores domiciliarios, una máquina de un metro cúbico promedio, de fácil uso e instalación y muy escaso mantenimiento que puede proveer de gas a costo cero a una vivienda: con una alimentación de 6 litros/ kilos máximo de restos de comida y orgánicos diarios, se genera un metro cúbico de gas. También puede ser alimentado con los desechos de pozos ciegos en zonas sin red cloacal.
La cifra de biogás producida equivale aproximadamente a un tubo de 45 Kg –la garrafa social tiene 10 Kg–, lo que representa el combustible necesario para una autonomía de 4 horas de gas al máximo, mediante la conexión directa del biodigestor al artefacto (cocina o termotanque) o directamente a la red domiciliaria.

En la Patagonia existe una sola empresa dedicada a los biodigestores, y es la firma que donó el equipo a la vecinal Malvinas, donde ya está instalado desde hace unos 20 días. Allí ya hay un anafe conectado al sistema, listo para preparar cualquier comida o calentar agua para el mate diario, y de hecho el viernes se hizo una «hamburgueseada» para celebrar, cocinadas con biogás; y en unos 20 días prepararán la instalación para conectar un calefactor, para lo que sólo se requiere un «pico» de unos 3 mm más grande que el habitual.
En ese marco, Comodoro se convirtió en la primera ciudad en América en tener un biodigestor domiciliario en un ámbito urbano, y fue Comodoro también la primera ciudad del continente en realizar una comida domestica con biogás, siempre hablando de zonas urbanas. De hecho, Cerrito, una zona rural ubicada a 40 Km de la ciudad de Paraná, es conocida como la Capital Nacional del Biogás, aunque allí se produce en colegios rurales.

LA BASURA COMO UN BIEN

El biogás se produce por la descomposición de los residuos orgánicos, admitiendo todos menos restos de yerba y café, y los cítricos, que modifican el PH necesario en el hábitat para que proliferen las bacterias que producirán el metano. La alimentación también es factible a través excrementos de animales o rumen de vacas, en una proporción máxima de hasta 18 kilos diarios.
Pero las posibilidades del biogás van mucho más allá de la calefacción: el 60% del metro cúbico que se genera por día se puede convertir en energía eléctrica mediante la instalación de un pequeño motogenerador asociado al biodigestor. Tal es la proporción eléctrica porque el biogás contiene entre 60 y 65% de gas metano, y el resto es dióxido de carbono y otros gases más livianos, y sólo es el metano el que captura el motogenerador.
El biodigestor genera además como único «residuo» otro material 100% aprovechable: fertilizante líquido natural, de alto valor comercial, y que también puede utilizarse para calefacción, alimentando radiadores. Es justamente sobre este producto que desde la vecinal Malvinas se busca generar un proyecto laboral.
Prieto destacó que si bien la asociación está regulada por la Inspección General de Justicia (IGJ) y mantiene todos sus requisitos en regla, la misma no tiene ánimo de lucro y generar ingresos a través de la comercialización del fertilizante que hoy producen -también a costo cero- podría generar suspicacias que prefiere evitar, sobre todo porque resulta empleo factible para algunos vecinos: «el fertilizante se puede vender en las chacras, y si el día de mañana se instalan 4 o 5 biodigestores en la zona, se pueden organizar para hacer recolección de residuos, procesarlos -deben ingresar hechos papilla a la máquina-, alimentarlos y volver a retirar el fertilizante. Es la manera de que alguien que hoy no tiene trabajo no dependa del Estado» graficó el dirigente

BIOGAS COMUNITARIO

El referente de Homebiogas Patagonia, Daniel Rasguido, señaló que actualmente los equipos se traen desde Israel, porque todavía es la manera más barata de ofrecerlo al público, aunque ya se desarrolla un prototipo local en la localidad de San Justo (Santa Fe) con la meta de bajar el costo al público, que hoy equivale al gasto promedio de una familia en tubos de gas a lo largo de los 24 meses en los que se financia en biodigestor.
Además, planteó que los equipos están pensados para zonas periurbanas sin acceso a la red de gas, y que los de mayores dimensiones, de tipo comunitarios, sí se fabrican localmente en hormigón: «se pueden construir biodigestores de 10 m3 o 50 m3. Teniendo siempre la proporción de que una casa va a consumir en promedio diario de un metro cúbico, un bio de hormigón de 10 puede generar la alimentación para un grupo de diez viviendas, si los vecinos se organizan y tiran allí sus residuos.

Fuente: El Patagonico