Viedma, Rio Negro, 15 de agosto de 2025. Desde iniciativas piloto hasta programas municipales y provinciales, la gestión de Aceites Vegetales Usados (AVU) se consolidó como política ambiental clave en Río Negro, con impactos positivos en la biodiversidad, la salud pública y la generación de biodiesel.
De residuo a recurso ambiental
Durante las últimas décadas, el manejo de Aceites Vegetales Usados (AVU) pasó de ser un problema ambiental a una oportunidad para generar energía renovable y conciencia ecológica. En varios municipios del país, y particularmente en Río Negro, la correcta gestión de estos residuos ha permitido evitar la contaminación de ríos, alcantarillas y plantas de tratamiento, al tiempo que se promueve la producción de biodiesel con fines sociales y ambientales.
Este cambio de paradigma refleja una transformación cultural: los AVU dejaron de considerarse simplemente un desecho doméstico o comercial para convertirse en una materia prima valiosa, que además contribuye a la reducción de la huella de carbono y al desarrollo de ciudades más sostenibles.
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Los inicios: Primeras experiencias y legislación inicial
La gestión de AVU en Argentina comenzó a organizarse en el marco de políticas de cuidado de recursos hídricos y saneamiento urbano. Un ejemplo histórico es el Plan BIO, creado en 2008 por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de Buenos Aires, que hoy involucra a 79 municipios y funciona como política de estado, independientemente del gobierno de turno.
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En Río Negro, la política local se comenzó a delinear formalmente en 2010-2011. La Municipalidad de Viedma sancionó en noviembre de 2010 la Declaración N° 07/10, estableciendo la factibilidad de implementar un Programa AVU Biorionegrino, con el apoyo técnico de universidades y organismos provinciales, y contemplando la instalación de una Planta Productora de Biodiesel.

presa recolectora desplegando la logística para los AVU
En paralelo, en junio de 2011, el CODEMA aprobó la Resolución 310/2011, creando registros provinciales de generadores, transportistas y operadores de AVU. Esta resolución estableció la necesidad de informar a la Legislatura y al Poder Ejecutivo provincial para consolidar un marco legal que aún hoy espera complementación normativa.
Programas piloto y adhesión voluntaria
En agosto de 2011, la Municipalidad de Viedma, en colaboración con la Patrulla Ambiental Urbana (PAU) y el CODEMA, inició una prueba piloto de recolección de AVU. Este programa estaba destinado a generadores no domiciliarios de la ciudad y de El Balneario El Cóndor, incluyendo restaurantes, rotiserías, parrillas y pizzerías.
La estrategia consistió en distribuir recipientes de 50, 120 y 200 litros para el almacenamiento seguro de los aceites, posteriormente retirados por empresas registradas para su reciclado. La adhesión voluntaria permitió capacitar a los comerciantes y demostrar la viabilidad operativa del programa, que luego serviría de base para la implementación de políticas obligatorias.

Ciclo de los AVU
Impactos ambientales de la gestión inadecuada
El vertido irresponsable de AVU genera graves efectos ambientales. Solo un litro de aceite puede contaminar más de 1.000 litros de agua, afectando ríos, humedales y sistemas de tratamiento de efluentes. Entre los impactos más significativos se incluyen:
- Obstrucción de conductos y alcantarillas, aumentando costos de mantenimiento.
- Impermeabilización de pozos ciegos, impidiendo la correcta absorción de líquidos.
- Bloqueo de la luz solar y del oxígeno en ríos y cuerpos de agua, afectando flora y fauna acuática.
- Proliferación de insectos y roedores en zonas urbanas.
Estos efectos subrayan la importancia de programas de recolección eficientes, tanto para la protección de la biodiversidad como para la salud pública.
Consolidación del Programa AVU en Viedma
Tras el éxito del piloto, la Municipalidad avanzó en la obligatoriedad del Programa AVU, sancionando en 2014 la Ordenanza N° 7553, que formalizó el marco reglamentario de control y gestión de aceites vegetales usados. A partir de entonces, todos los generadores debieron adherir al sistema, permitiendo la correcta disposición, transporte y reciclaje de los AVU.
Esta medida fortaleció la infraestructura urbana, redujo la contaminación en redes cloacales y promovió la generación de biodiesel local, contribuyendo a la independencia de los combustibles fósiles y disminuyendo la huella de carbono en el transporte urbano.

El AVU se dispone en bidones para ser retirados por una empresa recolecctora
El camino hacia ciudades sustentables
La experiencia de Viedma se replicó en otros municipios de Río Negro como General Roca, Río Colorado y San Carlos de Bariloche, donde ya existen ordenanzas locales que regulan la gestión de AVU. Sin embargo, todavía persisten desafíos:
- Falta de normativa provincial integral que unifique criterios y plazos.
- Creación de un área de información pública, conectando todos los municipios adheridos.
- Establecimiento de límites temporales para que los comercios e instituciones dejen de arrojar aceites al sistema de desagües.
- Estas acciones pendientes son esenciales para consolidar una red de ciudades sustentables, donde la gestión de residuos se integre con la planificación urbana y la conservación ambiental.
AVU como política ambiental y recurso estratégico
La gestión de Aceites Vegetales Usados en Viedma y Río Negro demuestra que los residuos pueden transformarse en recursos valiosos si se articulan políticas públicas, educación ambiental y compromiso comunitario.
Desde su tratamiento inicial como residuo hasta su conversión en biodiesel con fines sociales, los AVU representan un ejemplo de innovación ambiental que combina beneficios ecológicos, económicos y sociales, alineándose con los objetivos de sostenibilidad de la Patagonia y del país.
La continuidad y expansión de estos programas son clave para lograr ciudades más limpias, sustentables y resilientes, inspirando a otras localidades y reforzando el valor del manejo responsable de los residuos en la región.
AVU y Economía Circular: Transformando residuos en recursos
La gestión de Aceites Vegetales Usados (AVU) no solo representa un avance ambiental, sino que también se inscribe de manera directa en los principios de la economía circular, donde los residuos se transforman en insumos para nuevos procesos productivos. Al recolectar y reciclar los AVU, se evita su disposición inadecuada en desagües y alcantarillas, reduciendo la contaminación de cuerpos de agua y prolongando la vida útil de las infraestructuras urbanas.
Pero además, estos aceites recuperados se convierten en biodiesel, un recurso energético renovable que reemplaza parcialmente a los combustibles fósiles, generando beneficios económicos y ambientales simultáneamente. Este ciclo virtuoso promueve la reutilización de materiales, disminuye la dependencia de recursos externos y crea un flujo cerrado de recursos dentro del territorio, integrando la producción, el consumo y la gestión de residuos de manera sostenible.
En este sentido, la experiencia de Viedma y de otros municipios rionegrinos se convierte en un modelo de economía circular a escala local, demostrando que políticas públicas bien diseñadas pueden vincular protección ambiental, desarrollo energético y fortalecimiento de la comunidad, generando un impacto positivo que trasciende la mera gestión de residuos y se proyecta hacia la construcción de ciudades más resilientes y sustentables
Andrés Nievas
Técnico en manejo ambiental, consultor Ambiental y escritor para medios locales e internacionales sobre temas de geopolitica y medio ambiente.