Exigen a la AIC que investigue la contaminación del río Negro

La Justicia confirmó la grave contaminación del río Negro y hasta encendió la alarma sobre un daño ambiental más grave por la posibble presencia de metales pesados. Sin embargo, no hubo ninguna medida de gobierno para remediar la situación y el legislador Jorge Ocampos le pegó duro a la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas por no cumplir con su rol de proteger la cuenca.

La contaminación «es un hecho grave», dijo Ocampos, pero expresó que «más grave aún es que gran parte de los agentes contaminantes sean generados por organismos del Estado, por que es el Estado el responsable máximo de controlar, evitar la contaminación y, en caso que se produjera, sancionar al autor y exigir remediaciones».

En la Isla Jordán, el sitio más contaminado del río Negro, se siguen volcando efluentes cloacales sin tratamiento, y a pesar de las promesas oficiales y los reclamos, el tiempo pasa y no se concreta ningún trabajo que frene la contaminación.

«Ha sido superada la etapa en donde las advertencias y denuncias que hemos realizado -y han realizado otros ciudadanos que comparten la preocupación- eran subestimadas, colocadas en el plano de la lucha o especulación política, o menoscabadas por falta de rigor en las pruebas», manifestó Ocampos sobre el informe de la Corte Suprema difundido hace varios meses. Y por ello reclamó a la AIC que cumpla con su función.

Según recordó el ex intendente cipoleño, el organismo interestadual tiene como una de sus tareas fundamentales «realizar estudios sobre ecosistemas naturales o inducidos comprendidos en la cuenca, evaluando y declarando el impacto ambiental de los programas a ejecutar».

Y agregó que en caso de rebeldía para adoptar medidas legales, tendientes al cese de la contaminación, la AIC estará facultada para aplicar sanciones pecuniarias contra el Estado en cuya jurisdicción se produce. Sin embargo, las provincias de Río Negro y Neuquén nunca fueron sancionadas por el mal funcionamiento de las plantas de tratamiento cloacal, ni la ausencia de controles al volcado de desechos industriales en la cuenca del río.