Un proyecto que transforma la costa de Playa Bonita y abre nuevos horizontes para residentes y turistas
Bariloche, 17 de septiembre de 2025. El municipio de Bariloche dio un paso histórico en la recuperación de su frente lacustre con la inauguración de un paseo costero en Playa Bonita que promete convertirse en uno de los puntos más visitados de la ciudad. Con una extensión de dos kilómetros a orillas del lago Nahuel Huapi, el sendero conecta Playa Bonita con Puerto Moreno, garantizando el libre acceso público a sectores que antes permanecían ocultos o de difícil llegada. El proyecto, financiado en gran parte con fondos de la ecotasa turística, no solo mejora la infraestructura recreativa de la ciudad, sino que también refuerza el compromiso con el acceso equitativo a los espacios naturales y con un turismo sostenible. La iniciativa cobra especial relevancia en una ciudad que combina un crecimiento turístico exponencial con la necesidad de preservar su patrimonio ambiental y cultural.
Paseo costero en Bariloche: un nuevo atractivo con vistas únicas al Nahuel Huapi
El nuevo paseo costero en Bariloche no es simplemente una senda peatonal: es una apuesta estratégica por diversificar la oferta turística y al mismo tiempo otorgar a los residentes una alternativa recreativa de calidad. A diferencia de otros puntos de la costa donde abundan las ocupaciones privadas y las restricciones de acceso, este sendero garantiza que tanto visitantes como habitantes puedan recorrerlo sin obstáculos, disfrutando de sectores con sombra, áreas de descanso y vistas panorámicas inigualables hacia Playa Bonita e isla Huemul. Con orientación este-noreste, el lugar se ilumina con los primeros rayos del sol y se transforma en un espacio perfecto para la contemplación, la actividad física y el encuentro social. Esta apertura marca un cambio en la manera en que la ciudad concibe sus costas, que por décadas estuvieron relegadas o disputadas entre intereses privados.
Turismo sostenible en Bariloche: ecotasa, infraestructura y acceso público
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su financiamiento a través de la ecotasa, un gravamen aplicado al turismo con el fin de destinar recursos a infraestructura pública. Según el intendente Gustavo Gennuso, la propuesta surgió de una demanda presentada por el sector privado en la comisión encargada de gestionar estos fondos, pero el resultado final beneficia principalmente a la comunidad local. A diferencia de iniciativas centradas únicamente en el turista, este paseo costero en Playa Bonita apunta a un modelo más inclusivo, donde el visitante disfruta de una experiencia mejorada mientras el residente accede a espacios recreativos seguros y bien cuidados. Este equilibrio es fundamental en un destino que cada año recibe a más de un millón de viajeros y que debe armonizar la presión turística con la calidad de vida de quienes lo habitan todo el año.
Impacto ambiental: limpieza, reforestación y cuidado de especies autóctonas
Para abrir la senda fue necesario un proceso de limpieza intenso que incluyó la extracción de decenas de camiones de residuos, restos de poda y material forestal acumulado. Lejos de tratarse de un simple desmalezado, el trabajo contempló el cuidado de la vegetación autóctona, aunque en la zona predominan especies exóticas como álamos, sauces y rosa mosqueta. Parte de los restos recolectados fueron chipeados en el lugar y reutilizados para consolidar el terreno del paseo peatonal, lo que refleja una visión más sustentable de la obra. Además, se colocaron carteles que advierten sobre la importancia de no ingresar con mascotas, evitar fogones y no dejar basura, fomentando una conciencia ambiental activa. En paralelo, vecinos comprometidos instalaron letreros improvisados que llaman a “no dejar rastros” y a respetar la biodiversidad local, un gesto que demuestra el interés comunitario en cuidar este nuevo espacio.
Un paseo pensado para todas las edades: accesibilidad y recreación
Uno de los grandes aciertos del proyecto es su accesibilidad universal. El recorrido, de aproximadamente dos kilómetros, carece de desniveles significativos, lo que lo convierte en una alternativa apta para todas las edades y condiciones físicas. Familias con niños pequeños, personas mayores o turistas que buscan caminatas tranquilas encuentran aquí un espacio seguro y disfrutable. Además, la cercanía con Playa Bonita y Puerto Moreno lo convierte en un corredor ideal para quienes practican actividad física al aire libre, como caminatas, trote o ciclismo liviano. Este carácter inclusivo refuerza la idea de que el paseo no es solo una infraestructura turística, sino un bien común urbano, donde confluyen deporte, recreación y contemplación paisajística.
Opiniones de los vecinos: la apropiación social del nuevo paseo costero
La inauguración no fue un evento protocolar vacío, sino una instancia que permitió constatar la apropiación social inmediata del paseo costero en Bariloche. Vecinos de la zona oeste ya lo utilizan de manera cotidiana desde antes de la apertura oficial, destacando la posibilidad de acceder a una playa con sombra y tranquilidad, algo escaso en sectores como Playa Bonita, que suelen colmarse en temporada alta. Nilda, una vecina del kilómetro 6,4, lo describió como “un lugar bárbaro, genial, porque se recupera algo que estaba ahí pero era inaccesible”. Estas voces reflejan el valor de recuperar la costa para la ciudadanía y muestran que el proyecto satisface una demanda social latente.
Conflictos evitados: la importancia del acceso público sin disputas privadas
Un aspecto clave para comprender el éxito de la obra es la ausencia de conflictos con viviendas privadas. A diferencia de lo que sucede en otras áreas del Nahuel Huapi y del lago Moreno, donde existen apropiaciones ilegales o instalaciones irregulares que bloquean el libre tránsito, en este tramo de la costa las propiedades corresponden a personal del Ejército y de la CNEA y no existían cercamientos ni alambrados que impidieran el desarrollo de la senda. El municipio mantuvo un diálogo fluido con los propietarios lindantes y acordó las intervenciones necesarias, como el enterramiento de caños que ingresaban al lago para no obstruir el paso peatonal. Esta experiencia demuestra que con planificación, voluntad política y acuerdos básicos se pueden recuperar espacios públicos sin generar enfrentamientos.
Educación ambiental: hacia un futuro sendero interpretativo
El coordinador de Infraestructura del municipio, Andrés Rodríguez, adelantó que el próximo paso podría ser la creación de un sendero de interpretación ambiental, con cartelería educativa que identifique especies autóctonas y explique el valor ecológico de la zona. Esta posibilidad cobra sentido en un contexto en el que Bariloche busca posicionarse como destino de turismo científico y educativo, capaz de ofrecer experiencias que trascienden la contemplación paisajística. De concretarse, el paseo costero de Playa Bonita sería no solo un corredor recreativo, sino también un aula abierta donde residentes y visitantes aprendan sobre el ecosistema del Nahuel Huapi y la importancia de protegerlo.
Contexto: los desafíos de recuperar las costas públicas en Bariloche
El nuevo paseo debe entenderse en un marco más amplio: la histórica dificultad de garantizar el acceso público a los lagos en Bariloche. Desde hace décadas, las costas han sido objeto de disputas entre intereses privados y demandas ciudadanas. Ejemplos como la costa norte del lago Moreno, donde aún está pendiente la apertura del sendero Andrés Quinteros, muestran que el municipio enfrenta enormes desafíos en esta materia. El caso del paseo de Playa Bonita/Puerto Moreno marca un antecedente positivo de lo que puede lograrse cuando se prioriza el bien común. Este logro se convierte en un modelo a seguir para futuras políticas de acceso a los recursos naturales, que en Bariloche son patrimonio colectivo.
El rol del turismo en la conservación y el desarrollo local
El paseo costero en Bariloche también abre un debate sobre el rol del turismo en la conservación y en la economía local. Mientras algunos sectores critican la presión que el turismo masivo ejerce sobre los servicios y el ambiente, otros señalan que, correctamente administrado, puede ser un motor de proyectos sustentables como este. La clave está en reinvertir los ingresos turísticos en infraestructura pública que mejore la experiencia de quienes visitan y de quienes residen. En este sentido, la ecotasa aparece como un instrumento valioso, siempre que se administre con transparencia y se destine efectivamente a obras de interés comunitario.
El futuro de los paseos costeros en Bariloche: oportunidades y desafíos
La inauguración del paseo de Playa Bonita no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia mayor de urbanismo costero que busca ampliar los espacios públicos disponibles. El desafío ahora será mantener la senda en buen estado, prevenir la acumulación de basura, garantizar la seguridad y ampliar la experiencia con nuevos tramos. Si se consolida como atractivo turístico y espacio comunitario, podría sentar las bases para futuros proyectos de recuperación de la costa en otros sectores del Nahuel Huapi y del lago Moreno. De esta manera, Bariloche no solo suma un nuevo atractivo, sino que también redefine su relación con el agua y la montaña, dos de sus mayores riquezas naturales.

