MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

El aislamiento. Puede parecer una nimiedad, pero el aislamiento, mejor dicho el mal aislamiento, está detrás del consumo de millones de MW de energía. Las casas que pierden temperatura o la acumulan cuando no deben suponen que gastemos muchos recursos en calentarlas en invierno y enfriarlas en verano. Y ya sabemos qué significa eso. A más producción de energía, más calentamiento climático. Es matemático.

Ahora, unos ingenieros de la Universidad de Colorado parecen haber dado con la solución. En concreto, Ronggui Yang y Xiaobo Yin han creado un nuevo material que puede reducir considerablemente el gasto energético que supone enfriar casas y oficinas con aire acondicionado en los meses cálidos.

La clave está en conseguir que los rayos del Sol no calienten los tejados y ese incremento de la temperatura se propague por la estructura del edificios convirtiendo las casas en hornos. Los ingenieros han inventado un papel que consigue refrigerar las viviendas, que es relativamente fácil de fabricar y que solo cuesta medio dólar el metro cuadrado.

Para su fabricación se han inspirado en un proceso físico denominado enfriamiento radiante. El mismo proceso por el que parte del calor solar se escapa de la atmósfera al espacio y no nos achicharra. Esto es posible porque parte de ese calor se transforma en radiación infrarroja. De esta forma escapa de la Tierra.

Los doctores Yang y Yin han creado un material compuesto por un tipo de plástico denominado polimetilpenteno. Los rollos de este compuesto tienen un grosor de 50 micras. Para su comercialización le han colocado un nombre más comercial que el su impronunciable término químico. TPX y listos.

Instalado sobre los tejados el TPX reproduce el comportamiento de la atmósfera. Devuelve al entorno parte del calor convertido en radiación infrarroja. Además, este plástico contribuye a refrigerar los edificios. Aísla y expulsa al exterior el calor producido por la propia estructura.

Y no se trata de un efecto menor. El TPX consigue una capacidad de refrigeración de 83 vatios por metro cuadrado, más aún durante la noche. Los ingenieros estiman que unos 20 metros cuadrados de TPX en el tejado de una casa estándar de Estados Unidos puede mantener la estancia en una temperatura constante de 20 grados, aunque en el exterior estén cayendo 37 grados.

 

Fuente: http://www.leequid.es/2017/medioambiente/plastico-cambio-climatico/