Viedma, Rio Negro, 9 de septiembre de 2025. Las Áreas Naturales Protegidas de Río Negro son el corazón verde y azul de la Patagonia argentina. Conforman un sistema diverso y estratégico que resguarda montañas, lagos, costas, mesetas y bosques únicos en el mundo. Sin embargo, muchas veces los visitantes, turistas e incluso los propios habitantes de la provincia no saben exactamente qué son, cuántas existen, cómo se protegen o qué actividades pueden realizarse en ellas.
En esta guía en formato de preguntas frecuentes, te presentamos toda la información que necesitás para comprender la importancia de estos espacios, desde su marco legal hasta sus desafíos actuales. Además, exploraremos por qué las áreas protegidas no solo son esenciales para la biodiversidad, sino también para la vida cotidiana de las personas que dependen de sus recursos naturales.
❓ ¿Qué son las Áreas Naturales Protegidas de Río Negro?
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son superficies de tierra o mar destinadas de manera especial a la conservación de la naturaleza. Su objetivo es preservar la biodiversidad, los ecosistemas y los recursos culturales asociados, garantizando que no se pierdan frente al avance de actividades humanas intensivas.
Se trata de territorios reconocidos por la comunidad científica, la opinión pública y las autoridades provinciales por su alto valor patrimonial. Al protegerlos, no solo se asegura la supervivencia de especies únicas, sino que también se resguarda la calidad de vida de las poblaciones humanas que dependen de agua limpia, suelos fértiles y climas equilibrados.
❓ ¿Cuántas Áreas Naturales Protegidas existen en Río Negro?
El sistema provincial está conformado por 14 Unidades de Conservación, distribuidas en distintas regiones biogeográficas de la provincia. Entre ellas se encuentran:
- Punta Bermeja
- Caleta de Los Loros
- Bahía de San Antonio
- Puerto Lobos
- Meseta de Somuncurá
- Río Azul – Lago Escondido
- Río Limay
- Valle Cretácico
- Parque Provincial Azul
- Bosque Petrificado de Valcheta
- Cipresal de las Guaitecas
- Camino La Luisa (Paisaje Protegido)
- Lagunas de Carri Laufquen
Cada una de estas áreas tiene particularidades únicas. Por ejemplo, Somuncurá protege especies endémicas como la ranita, que no existe en ningún otro lugar del planeta, mientras que Bahía de San Antonio es un sitio clave para la reproducción de aves migratorias.
❓ ¿Por qué se crean las Áreas Naturales Protegidas?
El motivo principal de su creación es garantizar la conservación de la diversidad biológica. Esto significa proteger especies animales y vegetales, pero también resguardar paisajes, cuencas hídricas y patrimonio cultural.
Además, las ANP buscan establecer un equilibrio entre desarrollo humano y conservación ambiental. A través de la planificación y del manejo responsable, se busca que actividades como el turismo, la pesca o la investigación puedan llevarse a cabo sin comprometer la integridad de los ecosistemas.
❓ ¿Cuál es el marco legal de las Áreas Naturales Protegidas en Río Negro?
En 1993, Río Negro sancionó la Ley Provincial Nº 2669, que dio origen al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas. Esta normativa establece:
- Los objetivos de conservación.
- Las diferentes categorías de manejo, similares a las definidas por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
- La ratificación de unidades de conservación preexistentes.
- La creación de un organismo específico: el Servicio Provincial de Áreas Naturales Protegidas.
Gracias a este marco legal, Río Negro cuenta con una estructura administrativa que regula y supervisa las actividades permitidas en cada área, buscando un balance entre la conservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos.
❓ ¿Qué actividades se desarrollan dentro de las Áreas Naturales Protegidas?
Dentro de las ANP se promueven actividades compatibles con la conservación:
- Concientización y educación ambiental: charlas, talleres y visitas guiadas que permiten comprender la importancia de los ecosistemas y la necesidad de protegerlos.
- Investigación científica: estudios sobre flora, fauna, suelos y aguas que generan conocimiento valioso para la gestión ambiental.
- Control y vigilancia: el trabajo de los guardas ambientales es fundamental para garantizar el cumplimiento de las normas y prevenir actividades ilegales.
- Turismo sustentable y ecoturismo: actividades recreativas que permiten disfrutar de la naturaleza sin deteriorarla, como senderismo, avistaje de fauna, kayak o fotografía de paisajes.
❓ ¿Cómo contribuyen las Áreas Naturales Protegidas al bienestar humano?
Aunque a veces se perciben como territorios aislados, las ANP cumplen funciones esenciales para la sociedad. Aportan servicios ecosistémicos como:
- Purificación del aire y del agua.
- Regulación del clima.
- Prevención de inundaciones y sequías.
- Conservación de suelos fértiles.
- Espacios para la recreación y el turismo.
En otras palabras, proteger la biodiversidad es también proteger la salud y la economía de las comunidades locales.
❓ ¿Qué desafíos enfrentan las Áreas Naturales Protegidas de Río Negro?
Si bien su existencia está respaldada por la ley, muchas áreas enfrentan dificultades para cumplir con sus objetivos:
- Falta de financiamiento: escasos recursos para infraestructura, personal y monitoreo.
- Presión de actividades extractivas: minería, pesca indiscriminada o tala ilegal.
- Turismo descontrolado: aumento de visitantes sin regulaciones claras, lo que genera impactos negativos.
- Contaminación: residuos plásticos, microplásticos y desechos urbanos que llegan a ríos, lagos y costas.
Estos desafíos hacen urgente la necesidad de políticas públicas más robustas y mayor participación ciudadana para garantizar la protección efectiva de las áreas.
❓ ¿Cuál es la importancia de la educación ambiental en las Áreas Protegidas?
La educación ambiental es uno de los pilares fundamentales de las ANP. Cada visita guiada, charla o recorrido por senderos interpretativos tiene como objetivo sembrar conciencia en los visitantes, especialmente en niños y jóvenes.
Comprender que el ser humano es parte de un sistema más amplio, y no un actor separado de la naturaleza, es clave para cambiar conductas y fomentar una relación más armónica con el entorno.
❓ ¿Qué especies únicas habitan en las Áreas Naturales Protegidas de Río Negro?
Cada área protegida resguarda un conjunto único de especies. Algunas de las más emblemáticas son:
- Ranita de Somuncurá (endémica de la meseta).
- Cóndor andino, símbolo de la cordillera.
- Lobos marinos de un pelo, en Punta Bermeja.
- Aves playeras migratorias, en Bahía de San Antonio.
- Bosques petrificados, que cuentan la historia geológica de la Patagonia.
La pérdida de cualquiera de estas especies significaría un daño irreparable, no solo para la biodiversidad local, sino para el equilibrio global de los ecosistemas.
❓ ¿Cómo visitar responsablemente las Áreas Naturales Protegidas?
Si querés recorrer estos espacios, tené en cuenta algunas recomendaciones básicas:
Respetar los senderos habilitados.
No dejar basura.
Evitar encender fogatas en lugares no permitidos.
Respetar a la fauna silvestre: no alimentarla ni acercarse demasiado.
Consultar siempre a los guardas ambientales sobre las actividades permitidas.
Visitar un área protegida con responsabilidad no solo mejora la experiencia personal, sino que también asegura que las futuras generaciones puedan disfrutar de estos paisajes intactos.
❓ ¿Qué futuro tienen las Áreas Naturales Protegidas de Río Negro?
El futuro de las ANP depende de decisiones políticas, financiamiento, participación ciudadana y cambios culturales. Con un manejo adecuado, podrían convertirse en motores de desarrollo sustentable, atrayendo turismo responsable, fortaleciendo la investigación científica y contribuyendo a la identidad cultural de la provincia.
Por el contrario, si no se toman medidas contundentes, podrían enfrentarse a la degradación, la pérdida de biodiversidad y el colapso de servicios ecosistémicos. La elección está en nuestras manos.
Un patrimonio que debemos defender juntos
Las Áreas Naturales Protegidas de Río Negro no son solo un conjunto de paisajes hermosos: representan un legado ambiental y cultural que sostiene la vida misma. Desde la Meseta de Somuncurá hasta la costa atlántica, cada espacio protegido cumple un rol vital en la conservación de especies y en la provisión de servicios ambientales esenciales.
Cuidarlas no es tarea exclusiva del Estado o de los guardas ambientales. Es responsabilidad de toda la sociedad: visitantes, turistas, comunidades locales y ciudadanos en general. Porque en cada decisión cotidiana —desde cómo gestionamos nuestros residuos hasta cómo planificamos el turismo— estamos definiendo el futuro de estos espacios.
Defenderlas es defender nuestra propia calidad de vida y la de las próximas generaciones
Andrés Nievas
Técnico en manejo ambiental, consultor Ambiental y escritor para medios locales e internacionales sobre temas de geopolitica y medio ambiente.