La casa del futuro, las que usarán millones de personas (y no solo los ricos o los que vivan en gigantescas ciudades) no solo podrá tener cientos de dispositivos conectados, sensores o comandos por voz, sino que también deberá ofrecer, más que nunca, un acceso adecuado a los ambientes por donde circula uno de los bienes más preciados del siglo XXI: el agua.
La empresa argentina MC Materiales Compuestos S.A. reformuló un concepto que viene de los años 80: el de los núcleos húmedos (los espacios del hogar en donde se usa el agua), construyendo un sistema integral que resuelve las funciones de baño, cocina y lavadero en una única unidad. Estos módulos conforman un sistema completo, creado con materiales compuestos (en este caso, fibra de vidrio y resina polimérica) resistentes, livianos y reciclables.
Fue ideado de esa manera para ahorrar tiempo y dinero a la hora de la construcción, además de hacerse con cañerías que no sufren corrosión y que requieren un sencillo mantenimiento. Con esa propuesta, lograron alzarse con el galardón máximo en su categoría, la de quienes presentan propuestas originales en el uso de los materiales compuestos. Es la primera empresa argentina en lograrlo.
Sebastián Kennel es el presidente de MC y si bien no viene del mundo de la arquitectura, reconoce que crear estos módulos se convirtió en una pasión porque “viene a resolver un problema grave de salud que afecta al mundo entero, porque según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hay más de 700 millones de personas que no tienen acceso a un inodoro, o beben y se bañan con el agua que usan para lavar la ropa o la comida, lo que trae aparejado graves enfermedades”. Y en relación al premio obtenido en París indicó: “Esta distinción nos impulsa a seguir trabajando”, agregó.
El proyecto está alineado con un pedido de la ONU de concientizar a nivel mundial sobre la importancia de un acceso adecuado al agua en los hogares.
Estos módulos pueden ofrecer, a través de paneles solares, la energía que necesitan los distintos electrodomésticos de esos ambientes, además de alimentar el tablero de luz que brinde electricidad para toda la casa. Según Kennel, “la idea es que estos módulos funcionen como el mouse de una PC. Son fáciles de instalar, cómodos para usar y muy útiles. En términos de construcción, permiten optimizar tiempo y recursos, a la vez que abaratan costos”.
El uso de materiales compuestos en la construcción de estos núcleos húmedos permite ahorrar dinero a la hora de diseñar casas o departamentos, con un valor aproximado de alrededor de 10.000 dólares.
La idea de la empresa es poder brindar una respuesta a quienes no poseen servicios sanitarios adecuados, algo que forma parte del déficit habitacional que existe en la Argentina.