Durante mucho tiempo, ante los ojos de los turistas extranjeros, Bariloche se posicionó como “la Suiza de Sudamérica”, sin embargo, la ciudad tiene sus propios atractivos que la hacen única.
Es innegable la influencia europea en su historia, sus construcciones y estética, pero el encanto de Bariloche pasa por la diversidad de sus paisajes que van desde el desierto hasta lagos, cascadas, bosques y montañas.
Durante todo el año la ciudad tiene algo que ofrecer y su paleta de colores cambia según las estaciones: en el verano y la primavera los tonos estallan y prima el verde, el rojo, violeta y amarillo; en otoño la gama del ocre se adueña de los paisajes dando un aire de cuento; y en invierno la nieve cubre todo de blanco.
Cada temporada tiene su encanto y una manera diferente de vivir el destino. Sin embargo, el verano es una de las épocas que más variedad de actividades permite realizar, ya que el clima acompaña.
A pesar de estar al sur y ser la puerta de entrada a la Patagonia, Bariloche llega a tener temperaturas de 30 grados durante esta época de verano. Eso permite que se pueda disfrutar por igual de la playa y de la montaña. El lago Nahuel Huapi, ofrece increíbles escenarios para relajarse en sus costas y alquilar equipos de kayak, stand up paddle y de buceo, entre otros deportes acuáticos.
Playas del lago y la montaña
El circuito que forman las playas, con senderos para trekking, bicicletas y espacios gastronómicos, son algunos de los motivos que convierten a Bariloche en uno de los destinos más elegidos. Bahía Serena, Playa Bonita y la playa del Kilómetro 4 son los principales puntos de encuentro de jóvenes y familias residentes y turistas.
Uno de los atractivos que se elige en todas las temporadas es el tour de playas en la montaña. Este comienza en la tradicional Playa Bonita (en el kilómetro siete de Bustillo) que brinda buena música y una gran vista de la Isla Huemul. Luego, está Bahía Serena (kilómetro 12), que es más tranquila y familiar.
Paseos y excursiones
Los paisajes se pueden aprovechar haciendo las tradicionales excursiones o contratar agencias que personalicen los paseos para una experiencia de lujo.
Se pueden realizar actividades lacustres como: navegar el Nahuel Huapi y llegar hasta la Isla Victoria y el Bosque de los Arrayanes, zarpar del Puerto Pañuelos y recorrer el lago hasta el Puerto Blest y la Cascada de los Cántaros, realizar el cruce andino y unir Argentina y Chile navegando. Otro paseo no tan popular y que vale la pena realizar es navegar el Brazo Tristeza, caminar por el bosque de coihue hasta llegar a la cascada del Arroyo Frey -profundo fiordo glaciario al sureste del lago-. Los paisajes son espectaculares y, al ser un trayecto poco visitado, se puede disfrutar de la naturaleza casi en exclusividad.
Otra posibilidad que ofrece Bariloche es conocer los cerros y sus glaciares como El Tronador, Catedral, Cerro López y Campanario. Allí hay distintas actividades de aventura como 4×4, trekking, caminatas y aerosillas, entre otras opciones.
Si lo que se busca es entretenimiento extremo, Bariloche está lista todo el año para brindar excursiones e infraestructura en servicios. Se puede visitar los centros de cabalgatas, que son ideales para travesías de medio día o día entero con baqueanos expertos. Para un poco más de adrenalina y emociones, se puede hacer rafting con diferentes grados de dificultad durante todo el día.
Sabores del sur
Los sabores patagónicos son otro atractivo de la región. La zona cuenta con gran variedad de cervecerías artesanales, que se prestan para terminar la jornada de una manera relajada. No sólo se puede degustar todo tipo de cervezas elaboradas con el agua más pura del deshielo, sino que se puede visitar las fábricas y ser testigo de su elaboración.
Cada fábrica y cervecería tiene su propia personalidad. Gilbert y Bless son las más antiguas, ubicadas en el Barrio Las Cartas. Una de las últimas en instalarse es Patagonia, que tiene el plus de poder ver el atardecer mientras se disfruta de la bebida. Hay tours especializados como el Beer Experience Tour, que permiten recorrer tres de las fábricas más importantes y culminar con una degustación maridada con un menú especial.
En esta experiencia por los sabores, no puede faltar otro de los productos ícono: el chocolate. En el centro cívico se encuentra la calle donde están todas las chocolaterías y se puede degustar un chocolate caliente o comprar bombones para llevar de regalo.
Todos estos elementos hacen de Bariloche una ciudad de encanto, que da la posibilidad de vivir una experiencia diferente e irrepetible en sus distintas épocas del año. Los turistas extranjeros tienen un plus en su visita a Bariloche, que es la exención del IVA en alojamiento con pagos de tarjetas emitidas en el exterior. Además, el tipo de cambio actual de la Argentina es muy favorable para los extranjeros.
Fuente: https://www.elespectador.com/especiales/mundo-destinos/que-hacer-durante-el-verano-en-bariloche-articulo-898318