La norma IRAM 11900 se constituyó como una herramienta de evaluación de la eficiencia energética de la envolvente de un edificio de uso residencial que debe ser calefaccionado. A fines de diciembre de 2017, la norma fue actualizada ampliando el criterio de análisis para ofrecer resultados mucho más abarcativos y precisos.
El nuevo documento elaborado por los especialistas y representantes de sectores profesionales que forman parte del Subcomité de eficiencia energética en edificios de IRAM establece un cambio de paradigma en lo que respecta a la evaluación de la eficiencia. Ahora, además de considerar la instalación de calefacción, la norma amplía su campo de análisis con la inclusión de los aportes de energía en climatización, agua caliente sanitaria, energía solar térmica y fotovoltaica, e iluminación.
Los resultados permiten calificar a la vivienda en la escala de eficiencia mediante una etiqueta normalizada, similar a la utilizada para calificar la eficiencia energética de artefactos domésticos (heladeras, equipos de aire acondicionado, entre otros).
“El objetivo de la IRAM 11900 es la unificación a nivel nacional de los criterios de evaluación y calificación energética de viviendas para la aplicación de políticas públicas de ahorro de energía”, comenta la ingeniera Verónica Roncoroni, jefe de Construcciones de la División de Normalización del instituto.
Para el estudio de esta norma en particular, “el Subcomité contó con la activa participación de representantes de la Subsecretaría de Ahorro y Eficiencia Energética del MINEM, que es quien está impulsando el etiquetado de eficiencia energética en diversos sectores, y que han manifestado durante el estudio la importancia de la certificación energética en la planificación de las prioridades de la Subsecretaría y, en especial, en cuanto a las edificaciones”, aclara Roncoroni.
La provincia de Santa Fe fue la primera del país en desarrollar y llevar a la práctica un sistema aplicativo basado en la nueva IRAM 11900 para determinar un “índice de prestación energética” para clasificar la eficiencia de las viviendas. Durante 2017 se relevaron datos de 516 viviendas en la ciudad de Rosario, a modo de prueba piloto para ajustar detalles del aplicativo y validar el sistema de implementación.
La iniciativa derivó en un proyecto de Ley de Etiquetado de Viviendas que ya fue presentado en la Cámara de Diputados provincial. El objetivo es que cada vivienda posea un certificado que brinde información al usuario sobre su eficiencia en el consumo de energía, y que éste sea un instrumento de decisión adicional a la hora de alquilar o comprar una propiedad.
“La norma contempla en su análisis todas las regiones climáticas de la República Argentina, esto hace que sea posible aplicarla en todo el país. Por el momento su aplicación es de carácter voluntario”, aporta Roncoroni. El próximo paso será en marzo, con una prueba piloto en Bariloche y luego en Mendoza. “La subsecretaría espera contar con una encuesta de eficiencia energética, un panorama del estado actual”.
En la biblioteca de IRAM se puede consultar la norma en forma gratuita. También se puede adquirir la edición impresa o en PDF. El precio para cualquiera de los formatos es de 1.285 pesos. «