Mendoza – Con el propósito de indagar acerca de como son los patrones habituales de consumo y las motivaciones que llevan a la gente a elegir uno u otro tipo de bebidas, el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI), llevó a cabo una segunda edición del estudio HidratAR.
Los especialistas reconocen el valor de una adecuada hidratación, recomendando el consumo de agua como un hábito regular. El aporte adicional de calorías en bebidas e infusiones puede contribuir a disminuir la calidad global de la alimentación y ser un factor de riesgo de obesidad. Con el propósito de indagar acerca de como son los patrones habituales de consumo y las motivaciones que llevan a la gente a elegir uno u otro tipo de bebidas, el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI), llevó a cabo una segunda edición del estudio HidratAR.
Entre las principales conclusiones de esta investigación realizada en 1362 personas se observó que en el grupo de niños de 3 a 11 años de edad, solo el 17% de los actos de ingesta de bebidas correspondió al agua, mientras que un 8% estuvo compuesto por bebidas e infusiones con sabor pero sin azúcar y el 75% (casi 8 de cada 10 consumos) correspondió a bebidas e infusiones azucaradas.
“Es interesante señalar que la presencia de los padres no modifica la elección de los niños de bebidas azucaradas. Cuando los niños deciden por su cuenta qué tomar, en un 24% de las ocasiones eligen agua mientras que cuando participan los padres en la decisión desciende a menos del 17%. Según opina el Dr. Esteban Carmuega, Director del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI) esta situación es una oportunidad perdida de conformar hábitos saludables que puede revertirse con un papel más activo de las familias.
En cuanto a los adolescentes, la conducta presentada fue bastante similar, mientras que en los adultos se ve una mayor participación de las bebidas con sabor pero sin azúcar (25%), contra un 20% de agua y un 55% compuesto por las bebidas e infusiones azucaradas.
En opinión del Dr. Carmuega, “es llamativo cómo este estudio nos muestra que ha prácticamente desaparecido el agua de la mesa de los argentinos, sobre todo si tenemos en cuenta que los momentos de mayor consumo de bebidas son el almuerzo y la cena. Es necesario rescatar el papel que ha tenido siempre el agua en la mesa acompañando las principales comidas y compartiendo un espacio propio de las familias en el que se cultivan hábitos saludables”.
Ya el estudio HidratAR I -realizado en 2009- había de mostrado que prácticamente la mitad de las ocasiones de consumo correspondían a bebidas, infusiones o agua y que la mitad del consumo diario de líquidos eran bebidas azucaradas, un 29% por saborizadas sin azúcar, y sólo un 21% correspondía al agua.
Motivos de elección del tipo de bebidas
En el Hidratar II se indagó en profundidad sobre los motivos que llevan a las personas a elegir que bebidas consumen. Conocer más sobre las razones es una manera de ayudarnos a educar mejor en hábitos saludables, explica la Lic. María Elisa Zapata, investigadora adjunta del CESNI y responsable de la investigación. Las motivaciones se agruparon en a) funcionales: salud y nutrición (para estar más saludable, más sano), placer (gusto por lo dulce, fácil de tomar, aptitud de refrescar), necesidad básica de hidratación (hidratar, quitar la sed o el hambre) y accesibilidad (precio y practicidad), y b) emocionales: placer individual (darse el gusto) y placer social (compartir o sentido de pertenencia).
Lo interesante es que no hubo mayores diferencias en las razones ni funcionales ni emocionales por las que se escoge tomar una bebida con y sin azúcar. “Esto marca claramente que no hay una valoración especial sobre el papel del agua y sus diferencias con las bebidas azucaradas. Existe una clara asociación en el placer social de las bebidas azucaradas probablemente por el efecto de su comunicación publicitaria, manifestó la Lic. María Elisa Zapata.
“Un hábito saludable se inculca desde la infancia promoviendo entre otras varias conductas la hidratación con agua dejando para un uso ocasional a las bebidas e infusiones azucaradas.
Entre los motivos emocionales que impulsan a consumir líquidos, el agua fue mencionada como placer individual en el 74% de los casos, y como placer social en el 15%, mientras que las bebidas sin azúcar se eligen en el 57% como placer individual y en el 31% como placer social; relación bastante similar a las bebidas e infusiones con azúcar: 57% por placer individual y 33% como placer social. Como se observará, claramente el agua no está asociada a un consumo social.
Patrones de consumo
El estudio indagó todas las ingestas a lo largo de una semana y permitió evaluar los individuos que elegían regularmente una u otro tipo de bebidas. De esta manera, se identificaron tres patrones: las personas que habitualmente elegían bebidas azucaradas en más del 70% de las ocasiones por semana), quienes elegían habitualmente agua y quienes elegían bebidas e infusiones saborizadas pero sin azúcar. Un 12%, de las personas tiene un patrón mixto y elige distintas opciones pero el 63% de los individuos presentaron un perfil de preferencia “azucarado” y menos del 4% un perfil preponderante de agua.
Cuando se consideran los perfiles intermedios, puede decirse que el 94% de la población prefiere regularmente consumir bebidas azucaradas o infusiones y bebidas sin azúcar pero con sabor, y solo el 6% elige regularmente agua.
Existe una clara tendencia a la búsqueda del sabor, comenta Carmuega, lo cual no es malo en sí mismo, pero el consumo regular de bebidas azucaradas puede llevar a un consumo elevado de azúcares. Es importante el rescatar el valor del agua y enseñar a los más pequeños a que aprendan a consumirla regularmente como un hábito que se aprende desde el hogar
Sobre el Estudio HidratAR II
El relevamiento, denominado HidratAR II, fue un estudio transversal llevado a cabo durante los meses noviembre y diciembre de 2012 realizado mediante una muestra probabilística estratificada en cuotas por región, sexo y edad, en el que se indagó a 1.362 hombres y mujeres de 3 a 69 años residentes en los centros urbanos con más de 280 mil habitantes, los que fueron completando un cuestionario autoadministrado de consumo semanal de bebidas y alimentos.
Se seleccionaron aleatoriamente individuos de la Ciudad Autónoma de Bs.As., el Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán, La Plata, Mar del Plata, Salta, Resistencia, Corrientes y Posadas.
Para la evaluación, se tuvieron en cuenta 3 categorías de bebidas: agua pura (de la canilla, envasada, mineral, etc.), bebidas e infusiones con sabor sin azúcar (gaseosas light, aguas saborizadas light, jugos en polvo light, inferiores a 4kcal por cada 100 ml) y bebidas e infusiones con sabor con azúcar (aguas saborizadas, amargos diluidos, bebidas isotónicas, jugos en polvo regulares, jugos envasados, jugos a base de soja con azúcar, gaseosas y energizantes, mayores de 4 kcal por 100 ml).
Fueron excluidas bebidas alcohólicas y los alimentos que, consumiéndose en forma líquida (lácteos, sopas, licuados o jugos naturales de frutas), ya se encuentran contemplados como alimentos en las Guías Alimentarias para la población Argentina[1].
La predominancia fue establecida tomando la cantidad de actos de ingesta semanales de cada tipo de líquido, y se estableció que los individuos en los cuales al menos el 70% de sus actos de ingesta a lo largo de semana correspondieron a un único tipo de bebidas, pudiendo ser simple predominio de agua, de bebidas sin azúcar o de bebidas con azúcar, correspondían a ese patrón de consumo.
Tips para fomentar el consumo de agua en los niños
A continuación se detallan algunas recomendaciones del CESNI para fomentar el consumo de agua en los más pequeños:
Incluir el agua en los encuentros sociales, partiendo de su presencia en la mesa. Asegúrese de que esté levemente fresca así ofrece mejor sabor.
Tenga en cuenta el aporte calórico de las bebidas azucaradas. Considérelas como una excepción: trabaje en familia el hábito de tomar agua.
Al elegir otras alternativas de bebidas, que éstas sean sin azúcar o reducidas en azúcar, pero que la bebida más disponible sea el agua.
Estimule a los niños a elegir agua, transformándolo en un hábito, priorizando loas beneficios que tiene respecto de otras bebidas.
Usted también beba agua, debe pregonar con el ejemplo. Sus hijos no van a elegir agua si ven a sus padres optar por otras bebidas.
FUENTE: mdz online